Tribuna

Semana Santa en Andalucía, perdurablemente bella

Forma parte de la excelencia andaluza y contribuye a darle su peculiar carácter y a configurarla como gran plaza pública y lugar de encuentro y fraternidad

La Virgen de la Esperanza de Triana entra en su barrio, en la Semana Santa
La Virgen de la Esperanza de Triana entra en su barrio, en la Semana SantaJoaquin CorcheroEuropa Press

A medida que se va acercando, la Semana Santa gana forma y color en Andalucía, y brilla de forma especial en los calendarios que cuelgan en los pasillos de nuestros hogares. Como en ningún otro lugar, la celebración que se avecina combina en nuestra tierra el fervor religioso, la vitalidad social, el tejido de las tradiciones y el soberbio patrimonio artístico y cultural, convirtiéndose en una de las expresiones más rotundas de la religiosidad popular en el mundo. Así se pudo comprobar en diciembre con ocasión del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular celebrado en Sevilla, donde quedó de manifiesto cómo viven su fe, en el día a día, miles y miles de andaluces, y así lo podremos vivir el próximo 17 de mayo con la Gran Procesión Jubilar en Roma de dos de nuestras grandes devociones: la Virgen de la Esperanza de Málaga y el Cristo de la Expiración, el Cachorro, de Sevilla.

Tanta riqueza ha aglutinado la Semana Santa andaluza a lo largo de los siglos que tienen cabida en ella desde el ciudadano interesado en la historia y el patrimonio al turista que va a la búsqueda de experiencias únicas. También, por supuesto, la persona que aspira a profundizar en sus creencias. Porque, sin duda, toda la intensidad y toda la belleza de la fiesta están al servicio de la devoción y de la fe.

Las cofradías y las hermandades forman parte de nuestra historia y han contribuido, de forma decisiva, a fijar el carácter y la forma de ser de los andaluces. Las devociones, transmitidas de generación en generación, tienen su expresión más rotunda en ese caudal de fe que acompaña la salida de las imágenes, pero también se manifiesta en los proyectos solidarios que impulsan y en el cuidado de los bienes patrimoniales atesorados a lo largo de la historia.

Esa fortaleza nos ha comprometido desde el Gobierno andaluz a acompañar de forma decidida a las cofradías y las hermandades. Lo hacemos orgullosos de lo que somos, de lo que representan estas corporaciones en la vida de tantísimos ciudadanos. De ese compromiso han surgido las pioneras ayudas que pusimos en marcha para restaurar e inventariar el arte religioso, inexplicablemente desatendido durante décadas.

Un apoyo que se ha traducido en más de 6 millones de euros en ayudas desde 2020, que ha beneficiado a casi 240 cofradías, promoviendo casi 700 actividades y permitiendo inventariar más de 7.000 bienes. A estas ayudas vamos a añadir los 2,2 millones de una próxima convocatoria que estamos ultimando en la Consejería de Cultura y Deporte destinados a la conservación y restauración del patrimonio histórico de carácter religioso. A este respecto, el Gobierno de la Junta, presidido por Juanma Moreno, ha querido dar la relevancia oficial que merece al arte sacro, a sus artesanos y a sus variados oficios, que gozan del más amplio reconocimiento popular. Una realidad social que le ha avalado durante siglos como una expresión artística de primer nivel, propia e identitaria de Andalucía. Un arte que ha tenido que ser reivindicado para que constara con todo el peso cultural que posee.

Orfebres, bordadores, imagineros y así hasta una docena de oficios mantienen hoy vivas actividades con varios de historia. Cada taller es un baluarte de tradición y creatividad que mantiene vivo el legado cultural de Andalucía, además de impulsar el turismo y la economía local, consolidándose como motor de desarrollo y símbolo del extraordinario patrimonio andaluz. En la actualidad, más de 4.500 familias dependen directamente de los oficios del arte sacro.

También convocaremos próximamente la nueva línea de ayudas a las bandas y agrupaciones musicales para la compra de instrumentos. Hablamos de formaciones

–en torno al medio millar en Andalucía– que cuidan la afición por la música y dan una oportunidad a la práctica cultural. De forma paralela, hemos reactivado la Comisión Mixta con la Iglesia católica para poner el patrimonio religioso al servicio de los andaluces.

Hablamos, por tanto, de un legado que genera riqueza y empleo, que atrae a millones de visitantes, pero que, sobre todo, es un sello propio de nuestra identidad. Andalucía tiene una potencia social invencible y ésta emana, en buena medida, de los valores humanos de la fe cristiana que animan la labor de nuestras cofradías y hermandades, íntimamente identificadas con la calle, el barrio y la ciudad donde se asientan.

Perdurablemente bella, la Semana Santa forma parte de la excelencia de la sociedad andaluza y contribuye a darle su peculiar carácter y a configurarla como gran plaza pública y lugar de encuentro, vivencia, convivencia y fraternidad.

Disfruten, por tanto, de los días que llegan. Es el tiempo que emocionó, entre otros, a Lorca, a Antonioni, a Marguerite Yourcenar. De seguro, participarán de momentos inolvidables, pues sus horas arden hacia dentro como un cajón de luz. Toda Andalucía, desde el pueblo más pequeño a las grandes capitales, se dispone a vivir la Semana Santa, el valioso legado material e inmaterial que nos representa y distingue ante el mundo.

*Patricia del Pozo es consejera de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía.