Feria de Abril

Sevilla añora el «lunes del pescaíto»

Cada vez más voces reclaman la vuelta al modelo anterior de Feria de Abril con seis días

Labores de montaje de una caseta de Feria, cuyo modelo de sábado a sábado está en entredicho
Labores de montaje de una caseta de Feria, cuyo modelo de sábado a sábado está en entredichoEPEP

El debate empezó a despuntar poco después de que los sevillanos testaran la nueva configuración de sábado a sábado. La ciudad añora el modelo anterior de Feria de Abril, que arrancaba el «lunes del pescaíto» y terminaba el domingo con los fuegos artificiales. Una vez concluida una de las peores Semanas Santas en lo meteorológico, Sevilla ya se prepara para vivir una nueva Feria en el Real de los Remedios. Una edición que parece que desembocará finalmente en la vuelta a la fiesta de seis días de cara a 2025, puesto que el esquema actual presenta síntomas de agotamiento.

La idea de acortar la duración de esta emblemática celebración no es sólo del alcalde, el popular José Luis Sanz. Cada vez más voces reclaman la vuelta al modelo de seis días, para compensar las jornadas de fiesta y no llegar al segundo fin de semana con el bolsillo vacío y el ánimo por los suelos. En ningún momento el regidor ha ocultado su disconformidad con el formato vigente, que arrancó en 2017 tras la consulta telemática que impulsó el ex alcalde socialista Juan Espadas en 2016. Entonces, la ampliación a siete días cosechó 25.133 síes, frente a los 15.526 votos negativos. Tan sólo se pronunció el 6,91 por ciento del censo.

Poco después de convertirse en alcalde, Sanz anunció que volverá a convocar una consulta para mantener el modelo actual o volver al anterior. Este particular referéndum tendrá una tercera opción: celebrar la cena del «pescaíto» el domingo por la noche y el posterior alumbrado, dando paso a una jornada festiva el lunes. Una fórmula mixta que «tiene lo bueno de los dos modelos y nada de lo malo de los anteriores», señaló. La consulta se convocará después de la Feria de este año, «en caliente para que participe el mayor número posible de sevillanos».

La Asociación de Titulares de Casetas de la Feria de Sevilla (ATICA) ya preguntó a sus asociados, que mayoritariamente se pronunciaron en contra de la actual configuración. La vuelta al «lunes del pescaíto» conllevaría la recuperación de la preferia, una costumbre arraigada con ritos tan señeros como «decorar la caseta en un ambiente familiar, todavía sin los compromisos propios de la Feria», apunta el presidente de ATICA, Antonio Barrero. «No pretendemos que haya un cachondeo doble con la preferia, sino que se transmitan esos ritos de padres a hijos». ¿Existe un sentir mayoritario favorable a la vuelta al modelo tradicional? Depende del sector implicado. «Los hoteleros quieren dejar la Feria de sábado a sábado pero los hosteleros prefieren el modelo anterior. Sevilla tiene bares que se ven afectados por la Feria. De hecho, muchos tienen que cerrar. El fin de semana anterior era muy bueno de cara a las ventas, pero se perdió», sostiene Barrero, además de subrayar la existencia de una corriente favorable a la vuelta del «lunes del pescaíto», que apoya hasta el Ayuntamiento.

El alcalde también ha anunciado que se ampliará el número de casetas el próximo año, una vieja propuesta que podría sustanciarse ganando terreno a la calle del Infierno. Tendrían cabida unas 300 y el coste de la operación ascendería a diez millones de euros. ATICA respalda esta decisión, aunque advierte de las obras que se tendrían que ejecutar, por ejemplo las redes de saneamiento, los suministros y soterrar los cables que actualmente van en alto. Además, aliviaría la amplia lista de espera que, actualmente, roza las 5.000 solicitudes.

La actividad en el Real es incesante. Meses atrás comenzó la instalación de la portada y el montaje de las casetas continúa a buen ritmo. La lluvia que cayó durante toda la Semana Santa no ha sido un obstáculo, puesto que, según Barrero, el recinto estaba cerrado a cal y canto y las empresas han trabajado con comodidad y seguridad. Los problemas que tuvieron muchos titulares de casetas para los montajes parece que no se han dado este año. «Muchas empresas que el año pasado montaron 15 casetas este año han alcanzado las 20, tal y como se hacía antes», subraya el presidente de ATICA, destacando además que tampoco hay demasiadas dificultades para encontrar empresas de catering.

Las perspectivas, por tanto, son buenas, aunque la aparición de la lluvia podría condicionar el negocio que se genera en torno a la Feria. «El feriante saca el paraguas y está en su caseta. Sí es verdad que la lluvia genera barro y los farolillos se caen al suelo. Ojalá no llueva y, si lo hace, al mal tiempo buena cara», apunta Barrero. No queda otra que ir mirando los pronósticos y cruzar los dedos para que la Feria brille.