Marta del Castillo
El abuelo de Marta desconfía del traslado de Carcaño a Archidona: "No creo en la Justicia"
José Antonio Casanueva ve una "mano negra" tras todo lo relacionado con el caso
José Antonio Casanueva, abuelo de Marta del Castillo, la joven sevillana por cuyo asesinato en 2009 fue condenado Miguel Carcaño a 21 años y tres meses de cárcel y cuyo cuerpo sigue desaparecido, ha calificado de "raro" su traslado a la prisión de Málaga-II, ubicada en la localidad malagueña de Archidona, después de que el pasado mes de marzo le fuesen intervenidos en Herrera de la Mancha, donde cumplía condenda, una serie de objetos prohibidos.
En una entrevista en el programa Despierta Andalucía de Canal Sur Televisión, recogida por Europa Press, y cuestionado al respecto, ha señalado que la Justicia "no entiende nuestro dolor", y ha insistido en su idea de que "hay una mano negra que está manipulado todo esto", por lo que ha remarcado en que "no cree en ella (Justicia)".
El abuelo de Marta ha afirmado que, aun así, la familia "no ha perdido la esperanza de que, en algún momento, alguno de estos implicados nos diga dónde se encuentra el cuerpo de mi nieta". "A ver si se le remuerde un poquito la conciencia y nos dice dónde se halla".
"Cuando mi yerno se entrevistó con él en la cárcel y le comunicó que él no había asesinado a Marta, sino su hermano, en una reyerta que habían tenido ambos hermanos por cuestiones económicas y ella se metió por medio y el otro le dio con la culata de pistola, eso se lo dijo juez, pero, lógicamente, después de siete versiones distintas, los jueces no se lo creen", ha añadido.
José Antonio Casanova ha reconocido que aunque la familia "se ha venido abajo mucho", él saca la fuerza para seguir adelante porque "me la da ella y la gente. La verdad es que estoy muy agradecido al público en general en toda España donde hemos estado. Todo han sido ánimos que nos dan por la calle".
"Cada vez que sale una noticia sobre Carcaño y se remueve esto pues nos sentimos muy mal, muy mal. Gracias a las dos pequeñitas que tenemos en casa --una de ellas se llama Marta-- nos dan ánimo para seguir la lucha", ha reconocido visiblemente emocionado.