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Religión

Este es el aspecto de la Esperanza Macarena tras su restauración

La Esperanza se ha reencontrado con sus devotos y ha recuperado su semblante clásico

Este es el aspecto de la Esperanza Macarena tras su restauración Hermandad de la Macarena / Emilio Sáenz

Se acabó la espera. Tras algo más de cuatro meses de ausencia, la Esperanza Macarena está desde esta mañana con sus devotos. Un proceso que deja una profunda herida en la hermandad y que ha abierto el debate sobre la conservación de las imágenes sagradas, sobre todo las que son un icono de la ciudad trascendiendo lo puramente artístico o patrimonial. Pedro Manzano ha sido el encargado de recuperar el semblante clásico de la dolorosa, que ahora presenta una tez más clara aunque manteniendo su enigmática mirada. Las colas de fieles no tardaron en aparecer en la basílica, ansiosos por contemplar de nuevo la talla y comprobar que es “la Macarena de siempre” y no aquella que apareció en el camarín allá por el mes de junio, generándose una de las polémicas cofrades más intensas de las últimas décadas.

Entonces, el profesor Arquillo y su hijo -los restauradores de cabecera de la imagen- culminaron una intervención que se extralimitó de la puramente conservativo. Lo que más llamaba la atención fueron las pestañas demasiado largas que cambiaron por completo su expresión, además de una tez mucho más clara. Las fotografías corrieron como la pólvora, provocando la indignación no solo de los cofrades, sino de toda una ciudad que considera la talla un símbolo y un referente sentimental. Consciente del revuelo, la corporación la retiró del culto y abordó una intervención de urgencia, recortando las pestañas y oscureciendo la policromía. Luego, quedó expuesta durante tres días para que los devotos pudieran contemplar su aspecto, pero el resultado no convencía.

La junta de gobierno achacó el cambio de su mirada a un “efecto indeseado”. “La hermandad pide disculpas a hermanos y devotos por este incidente remarcando que su afán ha sido, es y será siempre preservar en las mejores condiciones posibles el mayor patrimonio que poseen los macarenos, sus sagradas imágenes titulares, y en especial la Santísima Virgen de la Esperanza”, aseguró una junta de gobierno muy cuestionada. Estas explicaciones no convencieron, por lo que el equipo liderado por el hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero, planteó una nueva intervención a cargo del restaurador Pedro Manzano, con la supervisión del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH).