Así puedes saber quién es la persona favorita de tu perro

Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre, ¿pero acaso es el hombre el mejor amigo del perro? Todos hemos querido ser el favorito de nuestra mascota, que a veces hace más caso a unos que a otros. Sin embargo, saber quién es de entre toda la familia la opción predilecta de nuestro peludo compañero es todo un rompecabezas. Aun así, existen varias señales que nos permiten alumbrar la situación.

Sally Grottini, entrenadora canina, está acostumbrada a tener que lidiar con el comportamiento de todo tipo de perros. Por ello, la experta ha dado con varios patrones que ayudan a identificar la jerarquía familiar en cuanto al afecto de nuestra mascota.

El recibimiento es clave

Es una obviedad, pero no por ello es menos importante. Si nuestro perro nos sigue a todas partes, esto quiere indicar que siente un especial apego hacia nosotros. Pequeños gestos como recibirnos con su juguete favorito o dando vueltas emocionado son señales de que su percepción del vínculo es fuerte y de confianza.

Otro de los indicadores está relacionado con una práctica que también llevan a cabo los gatos. Cuando un perro se acuesta boca arriba enseñando la panza no solo es porque le apetezca descansar. Está invitándonos a que acariciemos una parte vulnerable de su cuerpo para comunicarnos que confía en nosotros.

Mostrarse abierto a cooperar

Además de las posturas o movimientos que nuestra mascota realiza en nuestra presencia, es importante considerar también su conducta. Una actividad tan simple como dormir puede revelarnos importantes de cómo reacciona un perro ante su entorno. Si decide dormir en compañía, cerca nuestra concretamente, querrá decir que se siente protegido.

Por último, se encuentra su nombre. Es cierto que los perros no saben cuál es su nombre como tal, pero sí que pueden acostumbrarse a escuchar el patrón fonético que lo caracteriza. De esta forma, si le llamamos por su nombre y reacciona (viene hacia nosotros), querrá decir que confiará plenamente al haberse habituado a que nos comuniquemos con él.