
Megafauna
Hacía pequeño a los elefantes: así es el mamífero más grande que caminó por la Tierra
El reinado del Paraceratherium como el mamífero terrestre más colosal de la historia podría tener los días contados; este rinoceronte de 17 toneladas se enfrenta a nuevos contendientes que ponen en jaque su legendario título

Resulta casi un ejercicio de humildad pensar en el mamífero terrestre más grande de nuestros días. Para cualquiera de nosotros, un elefante africano es la viva imagen de la grandeza animal, una criatura imponente que domina la sabana. Sin embargo, si lo comparamos con las bestias que una vez poblaron el planeta, sus siete toneladas en los ejemplares más corpulentos se quedan en un peso pluma, una sombra de los colosos del pasado. Esta fascinación por los gigantes del pasado convive hoy con el estudio de los instintos que han perdurado en especies más cercanas, y de hecho, saber por qué un perro entierra cosas nos ofrece una ventana a su propio rastro evolutivo.
Sin embargo, si viajamos 34 millones de años atrás, hasta el Oligoceno, nos encontramos con el que durante mucho tiempo ha sido considerado el rey indiscutible: el Paraceratherium. Imaginemos un pariente del rinoceronte, pero desprovisto de su cuerno y con una altura hasta la cruz de casi cinco metros. Hablamos de una mole de 17 toneladas que se movía por las antiguas llanuras de Asia, un gigante que redefine nuestra percepción de lo que es posible sobre tierra firme.
De hecho, el registro fósil, a menudo incompleto, ha abierto la puerta a otros aspirantes, un trono que no está claro y que sigue generando debate en la paleontología. El principal rival es un elefante prehistórico, el Palaeoloxodon, para el que algunas estimaciones proponen un peso de hasta 22 toneladas, superando así al gigante asiático. A esta pugna se suma también el mastodonte de Borson, con unas 16 toneladas, lo que demuestra la complejidad de coronar a un único vencedor, una cuestión que destacan en el medio Iflscience. La evolución no solo ha experimentado con el tamaño, sino también con sofisticadas herramientas de supervivencia, pues el origen de los brillantes ojos de un gato revela una conexión ancestral con grandes depredadores.
Cuando la tierra se queda pequeña para los verdaderos gigantes
Y es que cualquier debate sobre el mamífero terrestre más grande palidece si ampliamos el foco para incluir los océanos. En ese terreno no hay discusión posible. La ballena azul, con sus dimensiones monumentales, ostenta el título de mamífero más grande de toda la historia del planeta. Es una criatura que juega en otra liga, un leviatán de 200 toneladas cuyo peso deja en mera anécdota las cifras de cualquier animal que haya pisado el suelo. Así, los océanos demuestran ser el escenario de los extremos, albergando no solo al ser más masivo, sino también a cazadores sorprendentes como un terrorífico cangrejo que se encuentra en peligro de extinción y que es un auténtico especialista en la decapitación.
Con todo, para encontrar al verdadero campeón de la vida terrestre, hay que abandonar el mundo de los mamíferos por completo. El honor del animal más grande que jamás ha caminado sobre la Tierra recae en un dinosaurio, el Patagotitan mayorum. Fue un titanosaurio herbívoro de tamaño descomunal descubierto en Argentina, el único ser que realmente llevó al límite las posibilidades biomecánicas de la vida fuera del agua, estableciendo una marca inalcanzable para cualquier mamífero posterior.
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