En Zaragoza
Le arroja aceite hirviendo a su expareja y ata de pies y manos a sus hijos: esta es la imprevisible condena a tanto horror
Viola una orden de alojamiento durante al menos 15 días, que es cuando ocurre la violenta agresión
El autor de los deleznables hechos ha vuelto a ocupar esta semana el banquillo de los acusados en la sala dos de la Audiencia Provincial de Zaragoza. Su historial incluía ya una estancia en la cárcel de Soto del Real, en Madrid, por malos tratos a su mujer. En esta ocasión, los delitos eran el incumplimiento de una orden de alejamiento impuesta hace tres años y un episodio violento posterior contra su ex pareja y tres de sus cuatro hijos menores de edad, de 14, 13, 11 y 2 años.
Tras violar la orden judicial, el acusado regresó a la vivienda familiar, en la Avenida de Madrid, donde residió durante al menos 15 días. Durante una discusión familiar en la cocina, el hombre cogió una sartén con aceite hirviendo del fuego y lo arrojó en la cara y en el pecho de su exmujer. Ella sufrió quemaduras de primer y segundo grado en el párpado inferior del ojo derecho y la mejilla, además de lesiones en las piernas.
Los niños, víctimas directas
Aparte de la agresión con la sartén, y en presencia de los niños, el acusado comenzó a golpear a su esposa mientras le exigía que retirara la denuncia que había interpuesto por malos tratos.
La violencia se extendió a los hijos. Según la denuncia interpuesta, el agresor le quitó el teléfono móvil a la madre para que no pudiera llamar a la policía, tirándolo al suelo. Cuando los hijos menores intentaron defender a su madre, el acusado los golpeó también. El escrito de acusación del Ministerio Fiscal detalla que, con el objetivo de controlar y amedrentar a su entonces ex pareja, el hombre cogió a sus hijos menores y los ató de pies y manos delante de su madre.
Un acuerdo que evita la prisión
La presidenta de la sala recibió al acusado, de origen pakistaní, quien estaba en compañía de sus abogados, Carmen Sánchez y Luis Ángel Marcen, y de un traductor de urdu. Inicialmente, la fiscalía solicitaba seis años de cárcel por los delitos de incumplimiento de condena y lesiones a sus hijos y ex pareja.
Sin embargo, en la sala se reveló que la defensa, la fiscalía y la acusación particular habían alcanzado un acuerdo que parecía favorecer al acusado, pactando una sentencia que incluso le permitiría evitar el ingreso en prisión.
Reacción de la defensa y sentencia final
Pese a los hechos probados, la abogada de la defensa, Carmen Sánchez, cuestionó la veracidad de parte de los testimonios, señalando que las declaraciones de los niños parecían muy "literales, como si fuesen impostadas. A pesar de las inconsistencias percibidas por la defensa y de la gravedad de los hechos, el acusado escuchó la nueva sentencia fruto de la conformidad y asentía con la cabeza.
La pena de seis años de prisión inicialmente solicitada ha sido rebajada a menos de 300 días de trabajos al servicio de la comunidad por las lesiones a su ex pareja y a los tres hijos. Adicionalmente, se le ha condenado a tres años de incomunicación con su exmujer e hijos, 500 euros de compensación a la denunciante y el pago de las costas del juicio. Mientras escuchaba la sentencia atenuada, el acusado comentó a su traductor: "Ahora tengo trabajo pero cuando no tenga...", un comentario que hacía mientras seguía asintiendo al verse beneficiado por el pacto.