Más consecuencias
Olas de calor y salud mental: "La agresividad y la violencia van a aumentar”, explica esta psicóloga
"Vamos a ser más impulsivos, más irreflexivos", asegura Clara Morgades, miembro del Colegio Profesional de Psicólogos de Aragón
Las olas de calor, que son cada vez más habituales, tienen consecuencias en la salud mental. Según un estudio de la Escuela de Salud Pública del Imperial College de Londres, las temperaturas elevadas aumentan las conductas suicidas y los ingresos en hospitales por trastornos mentales. También, explica, afectan al bienestar de las personas.
"(Con el calor) vamos a ser más impulsivos, más irreflexivos. La agresividad y la violencia van a aumentar”, comparte Clara Morgades, psicóloga del Colegio Profesional de Psicólogos de Aragón, en una entrevista de ‘El Periódico de Aragón’.
Con el calor, el cuerpo modifica su funcionamiento y prioridades
Según la profesional, el calor es un estresor fisiológico que eleva la sensación de percepción de amenaza. Por ello, el cuerpo modifica su funcionamiento y ordena prioridades. Sobrevivir es, evidentemente, la más importante. "Siempre que nos ponemos en este modo (supervivencia), tiene mucho más control la amígdala (una estructura cerebral que procesa las emociones) y todo el tema emocional va a ser percibido de manera directa, sin mediar por la corteza prefrontal", sentencia.
"El cerebro, que es el que guía nuestra conducta, nuestras decisiones, nuestras acciones diarias, se ve en ese momento en una situación que no es la normal y no puede pensar, reflexionar, interpretar racionalmente las cosas, relativizar, etc. Se confunde", continúa Morgades en su conversación con el diario local.
Haces menos conductas que en sí mismas son promotoras de la salud mental
A todo lo anterior se añade que las olas de calor repercuten en las actividades rutinarias del todos los días. "Las altas temperaturas nos estresan, estamos a disgusto y no estamos cómodos -explica Morgades-. Eso hace que hagamos menos salidas porque en la calle hace mucho calor, que hagamos menos ejercicio, nos relacionemos menos con la gente…". "Haces menos conductas que en sí mismas son promotoras de la salud mental", asegura la psicóloga.
Las sofocantes temperaturas afectan a la salud mental tanto de quienes padecen de una patología previa, que sufrirán unas consecuencias más "devastadoras e impactantes", como la de quienes no sufren ninguna. Eso sí, Morgades apostilla que se verá más perjudicado el bienestar psicológico de la población más vulnerable, como pueden ser los individuos en riesgo de exclusión social, ya que tendrán más dificultades para paliar el calor extremo.
Los cambios bruscos de temperatura también afectan
La experta también comparte que hay investigaciones que dejan clara la relación entre la ansiedad y las altas temperaturas y la depresión y las olas de frío. Por tanto, incide en que no solamente el calor extremo afecta al bienestar psicológico, sino que también lo hacen los cambios bruscos de temperatura.
Morgades concluye explicando que la población aragonesa debe ser consciente de los efectos que pueden generar los cambios de temperatura drásticos en la salud mental y, en consecuencia, las personas pueden "poner a la corteza prefrontal en acción, a pensar y a reflexionar" para que vaya a su favor. "Si se alarga tres o cuatro meses (el calor extremo), inconscientemente te vas adaptando, aunque sea sin saber cómo -sostiene. Si hay cambios bruscos, esa adaptación también se entronca”.