España

Jaime Antonio García: excelencia en cirugía de la mama

La perspectiva honesta de la Medicina

Sergio Alonso, Francisco Marhuenda, María Luisa Carcedo y Jaime Antonio García
Sergio Alonso, Francisco Marhuenda, María Luisa Carcedo y Jaime Antonio Garcíalarazon

La idea que muchos tienen sobre la caída de la cirugía estética no es sólo falsa, sino que cada vez son más las personas que demandan esta especialidad médica. Estos tratamiento están experimentando un creciente importante en España, que ya se sitúa como el quinto país del mundo que más intervenciones de este tipo practica. El aumento, el embellecimiento o la reconstrucción de la mama son algunos de los procedimientos que más tirón tienen y que, gracias a los últimos avances, permiten obtener resultados más naturales y personalizados. Ese ha sido siempre el principal cometido de Jaime Antonio García, médico especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, que recibe el premio A TU SALUD como reconocimiento a todos esos años de investigación y avances. «Es de agradecer que consideren que haces bien tu trabajo. No obstante, he de decir que el mayor agradecimiento es el de mis pacientes», reconoce García. «Aún así, recibir un galardón tan prestigioso es siempre muy gratificante y bienvenido».

Para él, cualquier recompensa no se obtiene por los méritos obtenidos en el último año, sino por toda una trayectoria profesional de esfuerzo, trabajo, superación y proyección hacia el exterior. En su haber cuenta con más de 20 años de experiencia en esta especialidad, lo que le ha permitido publicar numerosos artículos científicos y dirigir congresos técnicos a nivel internacional. «Quizá, la última novedad más reseñable ha sido la apertura de mi nueva clínica y, por lo tanto, la desvinculación del grupo hospitalario con el que he colaborado durante tantos años», apunta. Este hecho, aparte del vértigo de la aventura, le ha permitido dar un salto de calidad en todos los sentidos y trabajar como entiende la profesión. «En mi opinión, las grandes corporaciones están perdiendo la perspectiva humana al primar más la comercial. Resulta evidente que la Medicina privada es un negocio y ha de gestionar muy bien los recursos, pero está pasando que en algunos grandes grupos corporativos empieza a tener más peso la visión empresarial que el criterio médico. Eso no está bien y reduce muchísimo la calidad asistencial que, en definitiva, debe ser el principal objetivo. Yo lo tengo claro: prefiero ser un mal empresario que un mal médico».

En ese sentido, lo que más sorprende de su trabajo es que desaconseje a algunos pacientes que se sometan al tratamiento o la intervención deseada. «Soy consciente de que este hecho impacta y llama bastante la atención, pero lo hago cuando tengo muy claro que no les va a suponer ningún beneficio», continúa. «Entonces, le dedico mucho tiempo a explicarles los motivos por los que no deben someterse a esa operación. Casi todos los pacientes lo entienden y, al final, lo agradecen. Hace muchos años leí que el prestigio de un médico no se valora por las personas que opera, sino por las que rechaza». Una declaración de principios que, desde entonces, ha hecho suya. Y a la que nunca ha renunciado por muchas innovaciones que se planteen en su campo de actuación. «Me gusta ser cauto y prudente porque estamos hablando de la salud de la gente. Por lo tanto, teniendo en cuenta que la seguridad es nuestro valor principal, en la clínica intentamos estar a la última en tratamientos, en formación y en tecnología, pero únicamente incorporamos aquellos avances que han sido 100% contrastados y que cuentan con todas las garantías para nuestros pacientes».

Una carrera asentada sobre fuertes raíces

Almeriense, de la localidad de Albox, nació el 18 de mayo de 1964 en una familia numerosa. Él y dos hermanos son la segunda generación de médicos orgullosos de sus raíces y de su padre, un humanista apasionado de la Cultura, profesor, poeta y practicante. Licenciado en Medicina por la Universidad de Granada (1982-88), pronto tuvo clara su vocación quirúrgica. Tras el MIR, fue a Madrid para formarse en Cirugía Plástica y Reparadora en los Hospitales Central de la Cruz Roja, Centro de Quemados de la Cruz Roja y Universitario de Getafe. Allí trabajó con destacados profesionales y conoció a los cirujanos plásticos referentes en el sector, entre los que se encuentran el doctor Benito Vilar Sancho. En 1995, se estableció en Almería, donde, junto a otros compañeros, impulsó la especialidad creando unidades de Cirugía Reparadora Estética y Quemados inéditas hasta ese momento en la provincia. Como defensor de la especialidad, es manifiesta su lucha contra el intrusismo a lo largo de toda su trayectoria incluida su etapa de presidente de la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (2014-2015). Ha sido miembro fundador de la Asociación Europea de Sociedades de Cirugía Plástica Estética, así como hoy forma parte de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, de la Asociación Española de Cirugía Estética Plásticade y de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética. Participa en numerosos actos científicos, reuniones, congresos y publicaciones, en muchos casos, como ponente. Desarrolló su actividad profesional en el Hospital Virgen del Mar de Almería hasta 2018, momento en el que fundó su propia Clínica de la que es director médico.