Ciencia

Grisolía, un ejemplo

«Santiago ha dedicado su vida a fomentar la investigación científica en España y ha sabido contagiar su entusiasmo»

El científico Santiago Grisolía / Foto: Efe
El científico Santiago Grisolía / Foto: Efelarazon

«Santiago ha dedicado su vida a fomentar la investigación científica en España y ha sabido contagiar su entusiasmo»

El 4 de junio pasado, estuve en Valencia, para celebrar –como premio que soy de Economía Rey Jaime I de 1997–, los treinta años de los galardones más importantes en la esfera científica para los españoles de hoy. Esos reconocimientos fueron creación del prof. Santiago Grisolía, que ha cumplido recientemente los 95 años, en plena juventud creadora, profesoral y pública.

Marqués de Grisolía por designación de Juan Carlos I, su curriculum vitae científico es bien largo, incluyendo una prolongada estancia en EE UU , donde alcanzó la más alta especialización en varios temas. Entre ellos el genoma, por el que tuvo nominación para el Premio Nobel de Medicina.

En la sesión del pasado lunes 4, intervino el Director Ejecutivo de la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados, Javier Quesada que, en un perfecto inglés, dirigió una alocución a los dieciocho Premios Nobel allí reunidos. Junto con muchos de los premiados de estos últimos treinta años del Jaime I. A lo que siguió un debate en el que tuve ocasión de intervenir, a propósito del cambio de modelo económico en España, en la senda de la internacionalización, con base en todo lo que es globalización, ahora en peligro por viejas y atrabiliarias tendencias proteccionistas.

Santiago Grisolía ha dedicado tres décadas de su vida a fomentar la investigación científica en España, y todos los que hemos sido galardonados por los referidos Premios Rey Jaime I, nos sentimos en deuda con el maestro, que ha sabido contagiarnos su entusiasmo por la ciencia.

No sólo a sus discípulos inmediatos, sino también a los que nos consideramos en su área de ilustración. Por sus esfuerzos para reverdecer la España de Santiago Ramón y Cajal y Severo Ochoa. Dos luminarias, a las que tal vez podrían unirse pronto otros nombres españoles en Física, Medicina, etc.

Enhorabuena, Santiago, y que sea por muchos años: gracias por tus servicios a la patria común de todos los españoles en la búsqueda de la excelencia.