Prevención

La hipertensión mata en España casi el doble que hace una década

Retirar el salero de nuestra mesa es una medida que podemos realizar en nuestro día a día para reducir los niveles de hipertesión arterial
Retirar el salero de nuestra mesa es una medida que podemos realizar en nuestro día a día para reducir los niveles de hipertesión arteriallarazon

Las muertes causadas por la enfermedad hipertensiva se han doblado en los últimos diez años. Así lo señala un estudio de la Fundación Española del Corazón (FEC) –con motivo del Día Europeo de la Prevención del Riesgo Cardiovascular, que se celebró este martes– tras analizar los últimos datos sobre mortalidad publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y de los que se desprende que en la última década se ha pasando de 6.661 fallecimientos por este motivo en 2005 a 12.674 en 2015.

Este dato resulta relevante, además, y como apunta el presidente de la FEC, Carlos Macaya, porque «la hipertensión es factor de riesgo de otras enfermedades cardiovasculares como el infarto y el ictus, por lo que seguramente es causante de muchas más defunciones», alerta recordando la elevada prevalencia de esta patología, que afecta a un 42,6% de la población, y también su infradiagnóstico, ya que un 37,4% está sin diagnosticar.

La hipertensión supone una mayor resistencia para el corazón a la hora de ejercer presión sobre las arterias para que éstas conduzcan la sangre a los órganos del cuerpo. Por tanto, el corazón aumenta su masa muscular (hipertrofia ventricular izquierda) para hacer frente a ese sobresfuerzo, lo que puede desembocar en insuficiencia coronaria y angina de pecho. Además, el músculo cardiaco se vuelve más irritable y se producen más arritmias, y también propicia la arterioesclerosis (acúmulos de colesterol en las arterias) y fenómenos de trombosis (pueden producir infarto de miocardio o infarto cerebral), de ahí la necesidad de mantener los niveles bien controlados, con un máximo de presión arterial entre 120-129 mmHg y un mínimo de entre 80 y 84 mmHg.

Para combatir la elevada prevalencia y reducir las muertes, Macaya señala como prioridad disminuir la sal añadida en los alimentos y, más allá de las medidas que adopten las autoridades, recomienda «retirar el salero de nuestra mesa».