
Naturaleza
Avistan en una serpiente en una playa de Menorca: hay tres especies en la isla
Estos reptiles aparecen en esta época del año por el aumento de las temperaturas, que acelera su ritmo vital coincidiendo con el inicio de su periodo reproductivo

La primavera avanza en Menorca y, con ella, se intensifican los avistamientos de serpientes en entornos naturales. Las temperaturas más cálidas no solo animan a residentes y visitantes a disfrutar de playas y excursiones, sino que también reactivan el metabolismo de estos reptiles, que inician su periodo reproductivo tras los meses de inactividad invernal.
En las últimas semanas, las redes sociales han recogido varios encuentros sorprendentes con serpientes en zonas turísticas de la isla. Uno de los más comentados ha sido el avistamiento de una culebra viperina en la playa de Son Saura, en la costa sur de Ciutadella.
El vídeo difundido muestra a la serpiente desplazándose por el canal junto a la zona de baño, lo que generó cierta inquietud entre los bañistas.
Tres especies en la isla
La culebra viperina (Natrix maura), fácilmente reconocible por su tonalidad marrón cobriza y sus manchas oscuras, es la única especie acuática de las tres que habitan en Menorca. Se encuentra generalmente en zonas húmedas, donde caza pequeños anfibios.
Aunque no representa un peligro para los humanos, cuando se siente amenazada adopta una postura defensiva: contrae los músculos, aplanando la cabeza para simular la forma de una víbora, y lanza bufidos, simulando ataques que rara vez terminan en mordedura.
Otra serpiente en Platja Gran
Unos días antes, otra serpiente —en este caso una culebra de escalera (Rhinechis scalaris)— sorprendía a una turista cerca de la Platja Gran, también en Ciutadella.
Esta especie es la más abundante en Menorca y también la de mayor tamaño. Su dieta se basa en pequeños vertebrados, como ratones, ratas o incluso aves, y suele evitar el contacto humano.
La culebra de cogulla: la única venenosa
La tercera especie presente en la isla es la culebra de cogulla (Macroprotodon mauritanicus), más escurridiza y difícil de observar. Es la única de las tres que cuenta con veneno, aunque su toxicidad no tiene efectos en las personas.
Su mecanismo de ataque consiste en inocular esta sustancia a pequeñas presas, generalmente lagartijas o crías de ratón, para inmovilizarlas antes de ingerirlas.
Sin riesgo para la población
Según apuntan los expertos, ninguna de estas serpientes representa un riesgo real para la población. De hecho, todas ellas están consideradas especies de introducción histórica.
Probablemente llegaron a Menorca a bordo de barcos durante la época romana, cuando el comercio marítimo facilitó el transporte accidental de animales entre puertos del Mediterráneo.
Contribución al equilibrio ecológico
Desde las administraciones y entidades medioambientales se recuerda que estos animales cumplen un papel fundamental en el equilibrio ecológico del entorno insular, ayudando a controlar poblaciones de roedores y otros pequeños vertebrados.
No obstante, se recomienda mantener la calma en caso de avistamiento y evitar cualquier intento de captura o agresión.
Con la llegada del verano, es previsible que aumenten este tipo de encuentros fortuitos. Por eso, se insiste en la importancia de la convivencia respetuosa entre humanos y fauna silvestre, especialmente en un territorio tan frágil como Menorca, donde la biodiversidad forma parte esencial del atractivo natural que cautiva a miles de visitantes cada año.
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