La Guardia Civil investiga la aparición de cadáveres de migrantes atados de manos y pies en aguas de Baleares

La Guardia Civil mantiene abierta una investigación tras la aparición de cinco cadáveres en distintos puntos de la costa de Formentera desde mediados de mayo. Los cuerpos, hallados en circunstancias similares, pertenecen a personas de nacionalidad aún no determinada, presuntamente inmigrantes que habrían intentado llegar a España por la ruta migratoria del mar Balear.

El primer aviso llegó el 18 de mayo por parte de una embarcación con bandera belga que navegaba al oeste de Formentera. Sus tripulantes alertaron a las autoridades tras avistar un cuerpo flotando.

Cuando una patrulla marítima se personó en la zona, hallaron el cadáver de un hombre atado de pies y manos, con un chaleco salvavidas todavía puesto. Desde entonces, otros cuatro cuerpos han sido recuperados en las inmediaciones de la isla, todos en un avanzado estado de descomposición y con signos similares: ataduras y sin documentación identificativa.

Un posible suceso violento

Las hipótesis sobre lo ocurrido se centran en un posible suceso violento ocurrido durante la travesía. No se descarta un enfrentamiento a bordo de una patera, ni tampoco la posibilidad de un ajuste de cuentas vinculado a redes de tráfico de personas. La falta de testigos y la escasa información sobre el origen de la embarcación dificultan por ahora las pesquisas.

La presidenta del Govern balear, Marga Prohens (PP), ha expresado su preocupación por lo sucedido y ha puesto el foco sobre una ruta migratoria que parece haberse consolidado entre las costas argelinas y el archipiélago. "Un país que es incapaz de proteger sus fronteras se lo tiene que hacer mirar", ha señalado, dejando entrever la necesidad de un refuerzo en las políticas migratorias y de vigilancia marítima en la región.

La ruta más mortífera del Mediterráneo

A pesar de la falta de datos concretos, el fenómeno no es nuevo. En los últimos años, el flujo de embarcaciones irregulares que zarpan desde el norte de África hacia las Islas Baleares ha aumentado de forma sostenida. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Mediterráneo central sigue siendo una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo, con cientos de desaparecidos cada año.

La tragedia también arroja luz sobre la extrema vulnerabilidad de quienes emprenden este viaje. Un reciente informe del Defensor del Pueblo sobre menores extranjeros no acompañados en España, basado en datos de Unicef y la OIM, advertía que hasta un 73% de los adolescentes subsaharianos que viajan en grupo por el Mediterráneo central sufren algún tipo de abuso, explotación o violencia durante el trayecto.

Por ahora, los cadáveres hallados en Formentera están siendo analizados en el Instituto de Medicina Legal de Ibiza, en un intento por determinar su identidad y esclarecer las causas exactas de la muerte, como han informado los medios locales.

Mientras tanto, la isla más pequeña del archipiélago balear se ha convertido, una vez más, en escenario del drama humanitario que sacude las fronteras del sur de Europa. Según Diario de Ibiza, la llegada de menores extranjeros no acompañados se ha duplicado en el primer semestre de este año.