
Exclusividad
El producto que empezó siendo un medicamento y que ahora se bebe todos los días, aunque solo en Baleares
Además, puede consumirse mezclado con otro tipo de ingredientes, como el helado

Es imposible no enumerar en un listado mil cualidades de nuestro país. De entre todas ellas, España destacar por tener una riqueza gastronómica y cultural que solo está a la altura de muy pocos. Normalmente, el arte culinario de nuestra región siempre se vincula a la comida, a todo aquello que se sirve en un plato pero, en muchas ocasiones, parece ser que todo el mundo se olvida de algo que también se consume todos los días y en repetidas ocasiones: la bebida.
Cada comunidad autónoma posee o ha contado con recetas tradicionales que se centran en los alimentos y en las propias bebidas. Refrescos artesanales, licores, combinaciones, a priori extrañas, que luego tienen un sabor magnífico... todo un mundo de posibilidades. Además, existen elaboraciones que no es que no tengan presencia en otro países, sino que tampoco la tienen en otras regiones españolas, y un claro ejemplo de ello es el de una bebida que solo conocen las personas nacidas en las Islas Baleares, concretamente en la isla de Mallorca.
El palo mallorquín, el licor que solo conocen los baleares
El palo mallorquín es un licor típico de Mallorca que se elabora a base de corteza de quina (del género Cinchona), raíces de genciana (Gentiana lutea) y azúcar, conformando así un sabor tanto dulce como amargado. Al principio, se percibe dulce y, posteriormente, aparece ese regusto amargo propio de la quinina y la genciana, con un toque a caramelo y regaliz. Normalmente, se consume durante el aperitivo, solo, con hielo o mezclado con sifón.
Cabe destacar que toda la combinación resulta en un color muy oscuro, prácticamente negro, que lo asemeja como a la pinta de un vino tinto pero mucho más apagado. Es una bebida un poco fuerte, ya que su graduación de alcohol está situada entre el 25% y el 36%. De hecho, su nombre proviene de la denominación palo quina, lo que antiguamente era la corteza de los árboles del género de la quina.
De ser un medicamento a ser una bebida para un aperitivo
No se trata de una bebida con pocos años de antigüedad, al contrario. El palo mallorquín lleva existiendo desde el siglo XVI, cuando era utilizado como una medicina que le hacía frente tanto a la fiebre como a la malaria. Al ser un líquido con un notable toque amargo, lo que se hacía era añadirle bastante azúcar para rebajar su efecto. Otro problema que se presentaba hace siglos era su método de conservación. Al ser tan complicado, se optó por añadirle un componente que sí que podía sacar un mejor resultado en ese proceso: el alcohol.
Fueron pasando los años y algo ocurrió con esta elaboración de origen balear. Todos sus ciudadanos se fueron acostumbrando a él y, sorprendentemente, terminó gustándoles. Tal fue ese afán por el palo mallorquín que se decidió actualizarlo, como si se le hiciese un pequeño lavado de cara. A toda la mezcla, se le incorporaron nuevos ingredientes a mediados del siglo XX, como por ejemplo el azúcar de uva o higo, los cuales también eran capaces de restarle amargura.
Mejores maneras de combinar el palo mallorquín
Como ya ha sido mencionado anteriormente, esta bebida suele consumirse sola (Palo amb sifó como diría un buen balear), aunque también existen ciertas combinaciones con las que quedará exquisita. A continuación, se va a presentar un listado con las mejores maneras de complementar al palo mallorquín:
- Calimandria: añadirle a esta bebida un poco de la bebida bitter.
- Peplib: más ingredientes y todavía más dulce. En un vaso grande, añadir el licor, zumo de naranja y una bola de helado de vainilla en el borde.
- Ramonet: más 'light' al anterior. Palo de Mallorca, zumo de naranja y la combinación de sifón y hielo picado.
- Mojito de palo mallorquín: un mojito clásico con su menta, fresas y o frutos tropicales pero, en lugar de poner el alcohol clásico, se le pone este licor balear.
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