
Turismo
Viajar a Baleares sin arruinarse: esta es la temporada más barata para conocer las islas
Los meses más baratos para visitar las el archipiélago son noviembre, enero y febrero, durante la temporada baja, aunque sigue haciendo buen tiempo

Si hay un destino en España que sigue enamorando año tras año a viajeros nacionales e internacionales, ese es el archipiélago balear. Sus playas de agua turquesa, sus pueblos con encanto, su gastronomía mediterránea y su oferta cultural hacen de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera un lugar irresistible.
Pero también es bien sabido que los precios se disparan en temporada alta. ¿Existe entonces una forma de disfrutar de las islas sin arruinarse? La respuesta es sí: viajando en temporada baja o media.
Los meses más baratos
Según datos de agencias de viajes y comparadores de vuelos, los meses más económicos para volar y alojarse en Baleares son noviembre, enero y febrero. En estos meses, los vuelos baratos a Baleares desde la península pueden costar entre un 30% y un 60% menos que en julio o agosto, y los hoteles rebajan sus tarifas de forma considerable, llegando incluso a ofrecer habitaciones por menos de 50 euros la noche.
Además, durante el invierno y el final del otoño, el turismo internacional disminuye notablemente, especialmente el británico y el alemán, que representan una parte significativa del volumen de visitantes durante la temporada alta. Esto permite disfrutar de una experiencia mucho más tranquila, sin aglomeraciones ni colas, y con una atención más personalizada tanto en hoteles como en restaurantes.
Buenas temperaturas aún en invierno
Evidentemente, quienes viajan en estos meses no buscan solo sol y playa. Aunque las temperaturas son más frescas, el clima en Baleares sigue siendo mucho más suave que en buena parte de la península, especialmente en comparación con el interior o el norte de España.
Durante enero o febrero es habitual encontrar máximas de entre 13 y 16 grados, ideales para hacer senderismo, conocer pueblos con encanto como Valldemossa o Deià en Mallorca, recorrer la ruta del queso en Menorca o descubrir el patrimonio histórico de Eivissa sin prisas.
La media estación, especialmente en abril, mayo, octubre e incluso principios de noviembre, también ofrece precios asequibles con la ventaja de que todavía se puede disfrutar del mar. Estas fechas son muy valoradas por viajeros que buscan combinar actividades al aire libre con cierta animación local, ya que muchos restaurantes, bares y mercados siguen abiertos, pero sin el ritmo frenético del verano.
El truco de evitar los puentes y festivos
Un truco para quienes tienen flexibilidad: evitar los puentes y los festivos, cuando los precios suben incluso en temporada baja. Viajar entre semana también puede suponer un ahorro considerable. Y si se busca el mayor ahorro posible, conviene reservar con antelación o aprovechar ofertas de última hora que lanzan tanto aerolíneas como hoteles.
En definitiva, viajar a Baleares fuera de temporada no solo es una opción más barata, sino también más sostenible y enriquecedora. Permite descubrir una cara más auténtica de las islas, convivir con la población local y disfrutar de su cultura sin prisas. Y lo mejor de todo: con la posibilidad de repetir, porque cuando se gasta menos, se viaja más.
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