Gastronomía

Un Monastrell con las tapas de siempre

Un Monastrell con las tapas de siempre
Un Monastrell con las tapas de siemprelarazon

Madrid, octubre, recién aterrizada de México... no sé: apetecen unas tapas. Pero las tapas de siempre. Las nuestras. Las castizas. Y los gatos somos afortunados de tener la capital repleta de locales llenos de comida española, tradicional pero adaptada a los tiempos minimalistas (y las dietas). Tiro por lo seguro, y me lanzo a contaros mi última experiencia fruto de la nostalgia (una nostalgia que viví la ausencia de tomar vinos españoles durante 15 días en la Península de Yucatán).

Paulino fue mi apuesta segura. Cocina en miniatura con el toque maestro de la cadena. Pinchos que apetecen tremendamente, y que entran por los ojos, cumpliendo sus expectativas en la boca. Todo esto maridado con vinos de autor. ¿Os acordáis de los “callos más sexys de Madrid” que publicaba en esta misma página? Pues es que ese es uno de los muchos platos que volví a degustar en plena zona de Quevedo.

Además de mis adorados callos, no faltó la tapa de pisto manchego con huevo de corral y el pincho moruno con atún y wasabi.

Todo ello acompañado, como os dije, de Laudum Monastrell 2015 “Gran Selección Roble”. Se trata de un vino de Alicante, que en nariz los expertos apuntan a sus características balsámicas, con notas de humus (sí, has leído bien), pino y romero, y con un toque ahumado al final (aportado, seguramente, al cuero de la barrica). Es un vino que elaboran las Bodegas Bocopa de la D.O.P Alicante.

Los críticos de vino definen el Laudum Monastrell como un “vino elegante y fresco”. Ya harta de leer este tipo de adjetivos (¡anda que no hay cientos de vinos “elegantes”), en lenguaje de emociones ya obligación de este portal encuentro esta joya de la enología y las raíces como “calidez, recuerdos, sensatez alocada”.

Me encanta esta uva, ya sabéis, los vinos de la D. O. Jumilla son también elaborados a partir de este manjar. Así que ya sabéis qué hacer este octubre.