Cuando la seguridad funciona

La lucha contra el yihadismo que llevan a cabo las Fuerzas de Seguridad tiene siempre el factor de la sorpresa a favor del terrorista. Ya sea un actor solitario, como ha ocurrido en el aeropuerto de Orly de París, o una célula organizada, los criminales irrumpen inesperadamente en el lugar donde van a atentar. A partir de ese momento, sólo la acción de los agentes policiales o miembros de los ejércitos puede evitar el desastre.

Ya se ha comentado en este blog que el terrorista pretende siempre provocar en la opinión pública una transferencia de responsabilidades. Los culpables de los atentados no son los que los que los cometen sino los que no logran evitarlos. Tendrán que buscarse otro argumentario.

En el caso que nos ocupa, la “operación Sentinel”, organizada por las autoridades gales para prevenir atentados, ha funcionado y el presunto terrorista, que decía actuar en nombre de Alá, fue abatido antes de que pudiera cometer una masacre en el aeropuerto. Hoy han ganado los buenos y han perdido los malos, así de sencillo y nos tenemos que felicitar. Para las autoridades francesas seguro que lo mejor habría sido coger vivo a Ziyed Ben Belgacem, francés de origen tunecino de 39 años, con el fin de profundizar en las investigaciones, pero no fue posible.

Los dispositivos de seguridad causan molestias y retrasos a los ciudadanos normales, pero es una contribución que debemos hacer en favor de la seguridad de todos.

Y cuando los hechos sucedan al revés, y los terroristas se salgan con la suya, no olvidemos nunca a todos estos hombres y mujeres, uniformados y de paisano, que dedican horas y horas al mantenimiento de la paz y el orden.