¿Alergia al sol? Conoce las posibles causas para lograr un tratamiento adecuado

Estamos inmersos en pleno verano y las altas temperaturas de este mes de julio hacen que muchos hayan tratado de adelantar sus vacaciones o busquen cómo escaparse a la playa para refrescarse. Y cuando eso no es posible, siempre quedan las piscinas o los ríos para darse un chapuzón. Son fechas de calor y también de mucha exposición solar, por eso se suceden las recomendaciones para proteger la piel y prevenir quemaduras y lesiones más peligrosas, como las cancerígenas. Una protección que es recomendable para todos pero especialmente necesaria para quienes sufren alergia al sol, un término con el que se engloba a una serie de patologías en las que se produce un sarpullido con picazón en aquellas zonas expuestas a los rayos solares. “La más común es la erupción polimorfa lumínica (EPL), que afecta sobre todo al cuello, escote y antebrazos”, explica el Dr. Ignacio García Núñez, jefe del Servicio de Alergología de los hospitales Quirónsalud Córdoba y Campo de Gibraltar, que describe estas lesiones de aspecto compatible con pápulas (de menos de un centímetro), papulovesículas (lesiones con pequeñas ampollas con líquido) o placas enrojecidas, picor y dolor y aparición de forma estacional en verano.

“Es más frecuente en mujeres que en hombres y suele comenzar a partir de los 20 años, aunque también puede haber síntomas en la infancia”, reconoce este experto, que admite que estas lesiones pueden persistir durante varios días, normalmente se resuelven sin dejar cicatriz, y cursan brotes recurrentes que pueden volver a aparecer al verano siguiente.

Para un correcto diagnóstico, según el Dr. García Núñez, el paciente debe acudir al alergólogo o al dermatólogo, pues se deben analizar detenidamente la forma, apariencia y localización de las lesiones cutáneas. La realización de una historia clínica lo más cuidadosa posible es importante para llegar al diagnóstico, además de la exploración y la realización de un estudio de inmunidad, por estar asociado con diferentes enfermedades autoinmunes que cursan con fotosensibilidad.

Para prevenir la EPL es fundamental proteger la piel con cremas solares de factor superior a 50, y fórmulas comercializadas para uso en pacientes con alergia solar, así como prendas para evitar la exposición al sol y es recomendable que las personas con una piel especialmente sensible eviten el uso de perfumes, desodorantes y cosméticos al tomar el sol, pues puede promover la aparición de una EPL.

“Se trata de una patología que no tiene cura y se suele repetir todos los años, pero con las medidas de prevención los síntomas disminuyen drásticamente”, apunta este alergólogo

¿Cómo tratarlo?

Para tratar los síntomas de esta erupción en fase aguda se pueden utilizar corticoides tópicos u orales, con los que se consigue aliviar el dolor y enrojecimiento de la piel, mientras que los antihistamínicos orales pueden aliviar el picor, y en casos extremos se pueden emplear inmunosupresores como la ciclosporina o la azatioprina.

Asimismo, el doctor García Núñez ha indicado que el tratamiento ideal es prevenir la reacción alérgica mediante el empleo de complejos vitamínicos con vitaminas antioxidantes durante los meses de primavera, que ayudarán a metabolizar mejor los rayos de sol cuando llegue el verano y aumente la cantidad de rayos ultravioleta que estén en contacto con la piel, ya que se considera esta alteración en la metabolización de dicha radiación como el motivo fundamental de aparición de estos síntomas.