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Octubre ¿A qué estamos jugando?

La Razón
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Bienvenidos una vez más a esta entrega de juegos para Android. Ha sido un verano entretenido con algún juego al que nos hemos enganchado y que todavía no hemos desisntalado porque se alarga en el tiempo con actualizaciones. Es el caso de nuestro primer invitado.

«Harry Potter: Howarts Mystery» es un interesante juego con licencia oficial creado por TinyCo en el que controlamos al nuevo estudiante del colegio de magia y hechicería más famoso del mundo. Después de elegir tu nombre y tu casa, te embarcas en una aventura anterior al mismísimo Harry Potter en la que tienes que descubrir qué pasó con tu hermano desaparecido que intentaba abrir las bóvedas malditas.

A partir de ahí te introduces en un mundo mágico lleno de estudiantes, criaturas mágicas y pociones. Puedes recorrer todo el castillo, las cuatro casas, la casa de Hagrid e incluso el Bosque prohibido. Todo para ir consiguiendo hacerte cada año con la copa de la casa, dinero para cambiar de apariencia y diamantes para conseguir energía o adquirir una mascota que te ayude en tu periplo.

También te enfrentarás a Mérula, tu más acérrima enemiga en duelos bastante interesantes donde poner en práctica los hechizos que has ido aprendiendo en las distintas clases. Es verdad que con el tiempo ir ganando puntos se vuelve un pelín tedioso y ya casi lo haces por inercia, igual que contestar a preguntas o cuando tienes que concentrarte.

Si el juego tiene un aliciente son sus sucesivas actualizaciones, temáticas y de extensión, que hace más ameno el juego. Con paciencia y mucho afán puede convertirse en un juego de cabecera para los más fanáticos de la saga de J.K Rowling.

En otro estilo distinto está «Landlord» un juego por geolocalización por Foursquare en el que interpretamos a un magnate con un dinero de inicio que debe ir haciéndose con propiedades por todo el mundo. La geolocalización sólo nos permite mirar y gestionar propiedades cerca de donde nos encontramos o aquella sgenéricas como España (sí, podemos comprar nuestro país), Las Rozas y similares.

La gama de cosas a comprar va desde bares de edificios hasta paradas de autobús con distintos tipos de remuneración según su importancia estratégica y comercial. También podemos acceder a la subasta del banco en el que se ofrecen propiedades por todo el mundo como hamburgueserías en el centro de Turquía o un gimnasio en Nueva York.

Nosotros por ejemplo, y para asegurarnos el sueldo hemos comprado una gran parte del edificio de Planeta y parte de LA RAZÓN ya que ofrecen buenos réditos y podemos personalizar servicios que hagan subir la renta como gimnasio o cafetería. También podemos abonar en monedas mejoras que disminuyan los impuestos, suban las rentas o menguen el tiempo de papeleo.

El juego es un Monopoly moderno pero al que le falta interacción entre los jugadores y que se vuelve mecánico, ya que sólo con recibir rentas puedes ir comprando con paciencia el 100 por 100 de cualquier propiedad pero sin una meta definida, como entrar en una lista Forbes o montar fiestas megalomaníacas. Ya ha durado bastante instalado en nuestro Android.