Videos

Las esperas en los aeropuertos con artistas y buena gastronomía, la mejor compañía

Las esperas en los aeropuertos con artistas y buena gastronomía, la mejor compañía
Las esperas en los aeropuertos con artistas y buena gastronomía, la mejor compañíalarazon

Recuerdo con mucho agrado, las horas que pasábamos mi hermano y yo junto con nuestra madre en el aeropuerto de la ciudad de México esperando a nuestro padre cuando trabajaba en Aeromexico. En una semi-planta había dos restaurantes, uno con formato de cafetería y otro llamado “Salón Rojo” que era el formal y tenía moqueta roja.

Las esperas a veces eran, en tanto mi papá terminaba sus gestiones y se unía a nosotros para almorzar juntos y otras muchas esperando los vuelos que nos llevaban de vacaciones familiares. No había realmente mucho entretenimiento, aunque mi hermano y yo nos entreteníamos buscando en las tiendas del pasillo central, los instrumentos hechos artesanalmente y los tocábamos. En sí, nuestras primeras guitarras nos las compraron en una de esas tiendas del aeropuerto Benito Juárez.

Los tiempos han cambiado una barbaridad, entre las máquinas que hacen la labor de los humanos y las tablets que son parte importante del entretenimiento en las largas esperas en los aeropuertos, sin olvidarme de las zonas de manicura y masajes ó la zona de ordenadores que no faltan.

Los gestores de los aeropuertos seguramente tienen claro que a los pasajeros hay que entretenerlos, pero no solamente con áreas de shopping sino con pasatiempos lúdicos de calidad. En diferentes ciudades hemos visto los pianos que rezan “tócame”, yo recuerdo el que pusieron en la calle Alcalá en donde un día lluvioso encontré a un artista que su música me atrajo de tal manera que aún conservo el contacto con él, pero esa fórmula también ha proliferado en los aeropuertos de diferentes ciudades.

En ocasiones aprendices de pianistas recuerdan sobre esas teclas las ultimas lecciones aprendidas, pero hay también impresionantes artistas que dejan a los pasajeros con la boca abierta haciendo de su espera un momento super agradable.

Esto me acaba de ocurrir en el aeropuerto de Bruselas, en el piano que rezaba “play me” tres chicos pianistas que difícilmente llegaban a los 15 años, nos dejaron con la boca abierta cuando se pusieron al piano e interpretaron piezas complicadísimas, con una soltura alucinante, sin partitura y casi sin mirar el teclado.

Y para acompañar “el concierto”, justo enfrente de donde han ubicado el piano, hay un restaurante de mariscos de un nivel excepcional, la combinación resulta tan exquisita, que la espera se convierte en un pasatiempo muy agradable.

No es la primera vez que decidimos adelantar la hora de llegada al aeropuerto de Madrid antes de viajar para almorzar bien antes de volar. Si la oferta gastronómica no hubiera mejorado, estoy segura que seguiríamos picando algo antes de llegar a la terminal, para llegar justos a la hora de facturar y embarcar.

Los tiempos han cambiado pero con creatividad y calidad, los momentos de stress como son los previos a subirse a un avión con ó sin demora, hacen de la espera todo un placer.