La borrasca Olivier ya asoma por Canaria dejando decenas de incidentes

Gran Canaria se encuentra, de momento, en el epicentro de los efectos de la borrasca Olivier, que mantiene a todo el archipiélago canario en alerta naranja debido al riesgo importante de lluvias intensas, que podrían acumular hasta 30 litros por metro cuadrado en tan solo una hora. A esta situación se suman tormentas acompañadas de granizo y fuertes rachas de viento.

Según ha informado el Centro de Coordinación de Emergencias 112 Canarias, en las primeras horas de la madrugada de este miércoles se han registrado cerca de una decena de incidentes relacionados con las inclemencias meteorológicas. Desde las 22:00 horas de ayer martes hasta las 06:00 horas de este miércoles, las lluvias y los fenómenos asociados han obligado a las autoridades a tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad de los ciudadanos.

En varios municipios de Gran Canaria, como Agaete, San Mateo y Gáldar, se han producido pequeños desprendimientos de tierra en diversas vías, lo que ha provocado el cierre temporal de carreteras clave. Uno de los tramos más afectados ha sido la GC-200, que conecta Agaete con La Aldea, a la altura del kilómetro 12,5, donde un talud en obras se desplomó, arrastrando grandes piedras sobre la calzada. Este incidente ha obligado a cortar el tráfico en ese punto, según ha explicado un portavoz del 112 a EFE.

Además, también se ha cerrado al tráfico un tramo de la GC-2, en el municipio de Gáldar, a su paso por el sentido Agaete, así como otro de la GC-42, en dirección a Teror. Se espera que el Cabildo de Gran Canaria emita más información sobre el estado de estos cortes de circulación en las próximas horas.

Las autoridades han alertado que, aunque las condiciones ya son complicadas, el peor momento de la tormenta aún está por llegar, ya que el grueso de las lluvias y los fenómenos meteorológicos más intensos se esperan durante la noche de este miércoles.

El 112 ha instado a la ciudadanía a mantenerse informada y a tomar las precauciones necesarias para evitar situaciones de riesgo, especialmente en las zonas más afectadas por la borrasca.