
Naturaleza
La joya oculta de España: la playa secreta con las aguas más cristalinas del mundo
El único sonido que escucharás en este enclave natural será el vaivén de las olas, aunque para llegar tendrás que adentrarte en un camino sinuoso

Canarias esconde playas que son un auténtico paraíso aunque muchas veces no es fácil acceder a ellas. Sin embargo, a menudo, los senderos más complejos conducen a los destinos más sorprendentes. En Lanzarote, esto es más que una simple verdad; la isla guarda celosamente una maravilla: la playa del Risco.
¿Cómo llegar?
Para comenzar el trayecto tendrás que llegar al Mirador del Río, punto turístico de referencia para quienes visitan la isla. De ahí, a unos 300 metros verás el Hotel Rural Finca La Corona. A la izquierda, descubrirás un sendero empedrado que deberás tomar, y donde podrás dejar tu coche con total comodidad. ¡Es el momento de comenzar tu aventura a pie! Para aprovechar al máximo esta escapada, te sugerimos madrugar. Se trata de una de esas playas de acceso complicado, pero que bien vale la pena para disfrutar de un día completo de desconexión en un entorno natural único.
Continuando por el sendero de piedras, en unos cinco minutos llegarás a un pequeño mirador desde el cual se despliega ante ti una vista impresionante de todo el archipiélago Chinijo. Si el clima lo permite y el cielo está despejado, podrás admirar La Graciosa, la isla más cercana a esta costa, seguida de Montaña Clara, el Roque del Oeste y, al fondo, la majestuosa Alegranza.
Al girar la vista hacia abajo, a la derecha, se encuentran las Salinas del Río, un monumento natural que se ubica junto a nuestro destino final: la Playa del Risco. El sinuoso trayecto del sendero ofrece panorámicas espectaculares del Risco de Famara, lo que convierte este recorrido en una experiencia visual y emocional verdaderamente única.
Al llegar a la playa, descubrirás que no hay servicios disponibles, por lo que es fundamental llevar contigo todo lo necesario para disfrutar del día: comida, bebida y, por supuesto, lo esencial para protegerte del sol, como una gorra y protector solar. Además, no olvides llevar un móvil con batería cargada; no solo para capturar esas fotos perfectas para Instagram, sino también como medida de seguridad en caso de cualquier imprevisto.
En este lugar todo es naturaleza en estado vivo, con el agua cristalina y la arena dorada más impresionante del archipiélago canario, que se mezclan con tierra y piedras volcánicas.
Aquí encontrarás la serenidad que tanto has buscado, donde el único sonido que romperá el silencio será el suave vaivén de las olas. Este es el refugio ideal para disfrutar de una paz absoluta, el lugar perfecto para sumergirse en un baño de lujo rodeado de naturaleza intacta.
Las Salinas del Río, vistas desde lo alto, se encuentran justo al lado de la playa y, aunque actualmente están en desuso, es posible acercarse a visitarlas y explorar su entorno histórico.
Si eres amante del buceo o el esnórquel, este es el lugar perfecto para disfrutar de sus aguas cristalinas. Pero, si lo que buscas es relajarte, con un buen libro en mano y la intención de desconectar por completo, el ambiente tranquilo de la playa te ofrecerá todo lo que necesitas
Orígenes
Esta ruta tiene sus raíces en los antiguos caminos recorridos por los comerciantes de La Graciosa y el municipio de Haría, quienes transportaban pescado y sal entre ambos puntos. Debido a su difícil accesibilidad, el entorno se ha mantenido prácticamente intacto, preservando una fauna y flora salvajes y auténticas.
A lo largo del recorrido, los viajeros podrán admirar diversas especies vegetales autóctonas, como las aulagas, las tuneras o los veroles, y avistar una amplia variedad de aves, entre ellas el majestuoso águila pescadora o el ágil halcón peregrino. No será raro encontrarse con conejos que cruzan el camino, añadiendo un toque de vida silvestre a esta experiencia única.
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