Naturaleza

No es una leyenda: existe un bosque en España donde los árboles crecen torcidos

Estas resistentes especies vegetales han logrado adaptarse al clima y a los vientos extremos

Sabina de El Hierro
No es una leyenda: existe un bosque en España donde los árboles crecen torcidosTurismo Islas Canarias

Al escuchar el nombre "las sabinas", es posible que la primera imagen que surja no sea la de un árbol, sino la de un antiguo episodio mitológico: el Rapto de las Sabinas. Este relato, originado en Roma, narra cómo los primeros habitantes de la ciudad secuestraron a mujeres de la tribu de los sabinos -un pueblo de Italia, anterior a la consolidación del Imperio- con el objetivo de garantizar la supervivencia y expansión de su incipiente sociedad. Con el tiempo, los sabinos no solo se integraron plenamente en la ciudad eterna, sino que ayudaron a cimentar los pilares de lo que hoy conocemos como civilización occidental.

Sin embargo, el mito romano poco tiene que ver con las sabinas que nos ocupan en esta ocasión. En este caso, no hablamos de un pueblo ni de un episodio fundacional, sino de un árbol: la sabina, también conocida como enebro. Estas resistentes especies vegetales habitan la isla de El Hierro, en el archipiélago canario, y han logrado adaptarse al clima y los vientos extremos de este territorio insular. Sus retorcidas siluetas, moldeadas por los alisios, son hoy símbolo del paisaje herreño y testimonio vivo de la fuerza de la naturaleza.

El Sabinar se ha convertido en uno de los paisajes más singulares y visitados del Archipiélago canario. Y es que, al descubrir este bosque de árboles retorcidos y siluetas imposibles, resulta evidente por qué a la isla se la conoce popularmente como "la de las sabinas".

Lo que quizá aún te preguntes -a menos que ya estés familiarizado con la flora autóctona- es qué ha llevado a estas sabinas a adoptar una forma tan inusual, casi fantasmal. Con sus troncos curvados como si danzara al compás de un antiguo conjunto, evocan paisajes propios de cuentos de autores clásicos, como Edgar Allan Poe.

¿Por qué las sabinas tienen esa curvatura?

La explicación, sin embargo, es menos sobrenatural y mucho más terrenal: los responsables de esta apariencia son los vientos alisios. Durante siglos, estas corrientes constantes del noreste han modelado pacientemente los cuerpos de las sabinas, obligándolas a crecer inclinadas, como reverenciando al horizonte. Es la fuerza del clima tallando la vegetación a su antojo, dejando como resultado un bosque que parece sacado de una leyenda, pero que es, en realidad, un prodigio natural.

Ubicado en la zona de La Dehesa, al oeste de la isla más meridional del Archipiélago canario, El Sabinar se presenta como un insólito bosque abierto, habitado por sabinas centenarias de formas imposibles. Sus troncos y ramas, curvados hasta lo inverosímil, han sido esculpidos a lo largo del tiempo por la persistente acción de los alisios.

El resultado es un paisaje de gran fuerza visual y simbólica, tan evocador como onírico. Caminar entre estas sabinas es sumergirse en un escenario que parece extraído de una pintura surrealista o de un relato fantástico. No es de extrañar que este rincón se haya convertido en uno de los lugares más fotografiados de la isla: cada ángulo ofrece una nueva perspectiva, cada sabina una historia.