La peligrosa travesía desde Senegal a Canarias: un viaje en busca de un futuro mejor

Un total de 220 inmigrantes han llegado este domingo a las costas de Canarias en cuatro embarcaciones, según han informado los servicios de emergencia.

Dos cayucos con 123 personas a bordo llegaron a la isla de El Hierro, entre ellos un bebé de pocos meses. Los equipos sanitarios y de emergencia del puerto de La Restinga atendieron a los migrantes, uno de los cuales tuvo que ser trasladado al Hospital Insular Virgen de los Reyes para recibir atención médica.

Las otras dos embarcaciones, con 60 y 37 personas a bordo respectivamente, fueron localizadas al sur de Gran Canaria y trasladadas al puerto de Arguineguín. Los migrantes, que proceden de Gambia, Guinea Bisáu y Senegal, según el relato de algunos de ellos, habrían realizado una travesía de seis días desde el puerto de Dakar, en Senegal.

Los tripulantes de los cayucos están siendo trasladados al Centro de Acogida Temporal de Extranjeros (CATE) de San Andrés, en Valverde, donde permanecerán bajo custodia policial hasta su derivación a otros recursos fuera de la isla.

Información adicional:

• La primera embarcación fue detectada minutos después de la medianoche del sábado.
• La segunda embarcación fue localizada a las 8:20 horas del domingo.
• La tercera embarcación fue localizada al mediodía.
• La cuarta embarcación fue interceptada por la tarde.

La peligrosa travesía desde Senegal a Canarias

Un viaje desesperado: Cada año, miles de personas emprenden un viaje lleno de riesgos desde Senegal hacia las Islas Canarias, en busca de un futuro mejor en Europa. Este viaje, conocido como la "Ruta Atlántica", es uno de los más peligrosos del mundo, y se cobra la vida de cientos de personas cada año.

Los migrantes que emprenden este viaje provienen de diversos países de África Occidental. Huyen de la pobreza, la violencia, la falta de oportunidades y la persecución política, especialmente de :

• Senegal
• Gambia
• Guinea Bisáu

El viaje desde Senegal a Canarias puede durar entre 10 y 15 días, dependiendo de las condiciones climáticas y del tipo de embarcación utilizada. Los migrantes suelen viajar en pequeñas embarcaciones precarias, conocidas como cayucos, que están abarrotadas y no son aptas para navegar en mar abierto.

Esta ruta está plagada de peligros. Los migrantes se enfrentan a la deshidratación, el hambre, las tormentas y las olas grandes. Muchos mueren ahogados o por enfermedades. Aquellos que sobreviven al viaje son rescatados por los servicios de emergencia españoles y llevados a centros de acogida en las Islas Canarias. Desde allí, esperan ser reubicados en otros países de la Unión Europea o deportados a sus países de origen.

La realidad es que la mayoría de victimas que emprenden este viaje no logran llegar a su destino. Muchos son interceptados en el mar y devueltos a sus países de origen. Otros mueren en el intento. A pesar de los riesgos, miles de personas siguen arriesgando sus vidas en busca de un futuro mejor. La desesperación por una vida digna y la falta de alternativas los impulsan a emprender este viaje lleno de incertidumbres.