Meteorología
El único pueblo de España donde necesitas edredón en agosto: un oasis de frescor en Castilla-La Mancha
Con mínimas por debajo de los 13 grados, la localidad guadalajareña ofrece noches frescas en plena ola de calor
Mientras España afronta una intensa ola de calor durante este mes de agosto, con temperaturas que rozan o superan los 40 grados en muchas zonas del país, la localidad de Molina de Aragón, en la provincia de Guadalajara, se ha convertido en un insólito refugio térmico. A pesar de las altas temperaturas diurnas, sus amaneceres han registrado una media de tan solo 12,6 grados, manteniendo su fama como uno de los enclaves más frescos de la península durante la noche.
Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) recogidos por Europa Press, el amanecer más fresco se registró el viernes 8 de agosto, con apenas 11,2 grados. Por el contrario, la temperatura más alta durante la semana fue de 36,3 grados el domingo. Esto supone una oscilación térmica de más de 25 grados, un fenómeno que no solo es poco común en la mayoría de localidades españolas, sino que también acentúa el singular carácter climático de Molina de Aragón.
Este clima tan atípico obliga a residentes y visitantes a dormir con edredones y prendas de abrigo, un hecho casi impensable en otras partes del país durante esta época del año. Mientras ciudades como Sevilla, Córdoba o Madrid sufren mínimas nocturnas por encima de los 25 grados -lo que se conoce como "noches tropicales"-, en Molina de Aragón el abrigo se convierte en compañero indispensable incluso en pleno verano.
Un destino con encanto y frescor
Más allá de lo meteorológico, la localidad es también conocida por su impresionante castillo medieval, su legado histórico y su cercanía con grandes núcleos urbanos como Madrid, Valencia o Zaragoza, de los que se encuentra a menos de dos horas en coche. Esta combinación de patrimonio, naturaleza y clima templado convierte a esta localidad en un destino ideal para quienes buscan escapar del calor sofocante sin renunciar a la riqueza cultural.
Durante esta primera semana completa de ola de calor, Molina de Aragón se reafirma como un oasis nocturno, donde el contraste entre el calor del día y la frescura de la noche permite disfrutar del verano de una manera diferente.