Son un miembro mas de muchas familias. La compañía que hacen y la inocencia que desprenden hacen de los animales el foco del cariño de muchos castellanos y leoneses que no dudaron en acudir a las iglesias de sus ciudades y pueblos con ellos para su bendición.

Perros, gatos, conejos y otros roedores y aves de todo tipo salieron de sus casas un día más pero este más especial al ser San Antón, su patrón.

Así, entre otras localizaciones, el parque de San Francisco de Salamanca se convirtió en el escenario clave para la reunión de dueños y mascotas donde el superior del convento, Domingo Montero, fue el encargado de presidir la celebración en la que se acogió a los animales.

También la parroquia del Santísimo Salvador de Valladolid se llenó de ladridos en una multitudinaria misa, con permiso de entrada para las mascotas, tras la que se agolparon los fieles para conseguir la bendición de sus compañeros para que se mantengan sanos y sean capaces de recuperarse de sus problemas de salud.