Sociedad

Referentes de España, otra vez, en Atención a la Dependencia

El sistema de la Junta obtiene un 9,3 y permite acabar con las listas de espera

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, visita una residencia de personas mayores de Valladolid
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, visita una residencia de personas mayores de ValladolidIcalIcal

Un 9,3. Esa es la nota que ha recibido el sistema de atención a la dependencia de Castilla y león en el XX dictamen del observatorio de la materia de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales de España. De este modo, la Comunidad se convierte en la única con un sobresaliente en este sentido, lo que la sitúa a la cabeza por decimotercer año consecutivo.

El trabajo da sus frutos y a la amplia cobertura se une la rapidez a la hora de conceder las ayudas y el buen hacer de todos los profesionales dedicados a este sector, como destacó la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco.

Precisamente, y bajo la premisa de «no dejar a nadie atrás», uno de los aspectos que mejor valora el estudio de la Región en el bajo nivel de desatendidos, el menor de todas las comunidades, de forma que, a 31 de diciembre del pasado año, solo había un 1,5 por ciento de personar pendientes de recibir la prestación, por lo que se puede decir que es el territorio que ha logrado la plena atención, como ya sucedió en 2018.

«Su nivel de desatendidos es modélico, con valores absolutos de únicamente 1.593 personas, con una tasa de 15,5 por mil con derecho reconocido, lo que con mucha diferencia es la mejor del país», añade el informe sobre Castilla y León.

Además, el documento destaca que en 2019 se registraron en la Comunidad 14.287 nuevas personas valoradas, casi un 12 por ciento más que en 2018, lo que deja en 134.693 aquellas que reciben la prestación.

Asimismo, el sistema de dependencia generó el pasado ejercicio 32.558 puestos de trabajo directos, con un incremento de casi 4.000 nuevos empleos y una tasa de 53 puestos de trabajo por cada millón de euros invertido, la mejor del conjunto autonómico, y que supone, además, empleo «director, estable y no deslocalizable», lo que «favorece el arraigo de la población al territorio».

Todo ello, a pesar de haber dejado de percibir por parte del Estado 39,8 millones por los recortes de la ley de 2012, lo que ha supuesto, desde ese momento, un «quebranto» acumulado de 296 millones que habrían servido para reforzar el sistema y aumentar las ayudas.

Apoyo de altura

Por otro lado, el estudio recoge que el gasto por dependiente en Castilla y León fue el pasado año de 6.494 euros, frente a los 5.237 de media nacional, aunque el gasto público por habitante fue de 216, frente a los 150 del promedio español, lo que supone un 45 por ciento más.

Ello se debe «al nivel de atención que presta el sistema de la Comunidad, con 4,37 dependientes por cada cien habitantes, la mejor del país, donde la media es de 2,37», afirma el informe.

Con todo ello, la Región y sus habitantes pueden darse la enhorabuena por estar en el podio y contar con un sistema que permite la inclusión de todos, independientemente de sus necesidades, frente a «las enormes desigualdades entre territorios tanto en cobertura como en modelos de gestión», según precisa el observatorio.