Salud

Formación Profesional para fabricar gel hidroalcohólico

Particulares, farmacias, médicos y hasta destilerías de la provincia de Zamora aportan reactivos para que profesores del IES María de Molina hagan el preciado producto

Profesores del IES María de Molina de Zamora fabrican gel hidroalcohólico para el hospital Virgen de la Concha
Profesores del IES María de Molina de Zamora fabrican gel hidroalcohólico para el hospital Virgen de la ConchaIcal

Varias semanas antes de que los gobiernos europeos empezaran a tomarse en serio la amenaza que suponía el Covid-19 y aplicaran duras medidas restrictivas, ya habían empezado a escasear los equipos de protección individual, especialmente mascarillas, y los geles hidroalcohólicos.

Preguntar en las farmacias por esos productos era sinónimo de recibir una lánguida negativa por parte del farmacéutico y la reposición que llegaba con cuentagotas a las estanterías de los supermercados se esfumaba de inmediato.

Primero ocurrió con los geles y, después, con el propio alcohol de 96 grados. De hecho, el desabastecimiento no afectaba tanto a los domicilios -donde hay disponibilidad de agua y jabón para romper a nivel molecular la ya famosa capa proteica del virus-, sino en los centros sanitarios de todo tipo y en las residencias, como principales zonas sensibles.

Ante este problema, varios profesores del Instituto de Educación Secundaria María de Molina se pusieron manos a la obra y decidieron aplicar sus conocimientos para paliar en lo posible la carencia de gel antiséptico en el Hospital Virgen de la Concha, en la capital zamorana.

El resultado ha sido espectacular y la iniciativa está llamada a recibir su réplica en todas las provincias españolas, ya que se trata de una idea genial por su sencillez, aunque está claro que había que pensar en ella y disponer de los medios y la actitud.

Los docentes del María de Molina fabricaron, a base de alcohol, agua oxigenada y glicerina, un total de 59 litros de gel hidroalcohólico que ya han puesto a disposición del Complejo Asistencial de Zamora. “La idea fue de un químico y visitador médico que vio las necesidades que tenían en el Hospital. Pensó que se podría hacer algo y su mujer, que es profesora del Centro Integrado de Formación Profesional, en Zamora, se puso en contacto con nosotros para buscar alternativas”, explica a Ical Inés Muñoz, farmacéutica y profesora técnico de Formación Profesional, de la familia de Sanidad.

“Se lo comunicamos a la Dirección del IES y a la Dirección Provincial de Educación, que se dieron cuenta en seguida de que merecía la pena y nos apoyaron en todo momento, y nos pusimos a averiguar de qué reactivos y de cuánta cantidad disponíamos”, relata.

Con unos pocos litros de producto, la eficacia de la iniciativa iba a quedar muy restringida, así que los profesores dieron rienda suelta a la idea a través de las redes sociales y la respuesta fue inmediata. Dos farmacias proporcionaron alcohol y aloe vera, una ginecóloga envió cinco litros y los institutos de Educación Secundaria Universidad Laboral y Río Duero enviaron el alcohol de sus laboratorios.

Con los reactivos en cantidad suficiente como para que el resultado fuese llamativo, ayer mismo, sábado, se reunieron en el laboratorio del IES el químico y visitador médico, Manuel Pérez, y Sonia Domínguez, Paloma Gómez e Inés Muñoz, del mismo departamento de Sanidad de Formación Profesional.

“Tardamos unas cuatro horas en hacer los 59 litros de gel hidroalcohólico, lo cargamos en dos coches y fuimos a entregarlo a la Dirección de Enfermería, en el Hospital Virgen de la Concha”, comenta Inés.

Fórmula de la OMS

Entre la pléyade de tutoriales que pueden encontrarse en Internet para fabricar este tipo de geles, no es tan fácil encontrar uno que responda con precisión a las características que debe tener el producto que, por añadidura, suele fabricarse bajo unas condiciones precisas de esterilidad y control de calidad, pero estas profesoras no tuvieron dudas al elegirá una fórmula recomendada por la Organización Mundial de la Salud.

“Viene en la propia página web de la OMS y es mejor no arriesgarse con otras. Los reactivos son relativamente fáciles de encontrar, dadas las circunstancias, incluso la glicerina que es el más complicado ahora”, anota Inés Muñoz.