Ponferrada
Endesa adjudica a “Recifemetal” el desmantelamiento de la central térmica de Compostilla
Los trabajos, que se prolongarán durante cuatro años y generarán 130 empleos, se compatibilizarán con los posibles proyectos del Plan Futur-e
Endesa ha adjudicado a la empresa “Recifemetal” el desmantelamiento de la central térmica de Compostilla, situada en la localidad leonesa de Cubillos del Sil, una operación de gran complejidad técnica que movilizará a una media anual de 130 personas de mano de obra directa que se ocuparán de las tareas durante cuatro años. El 80 por ciento de los trabajadores que participarán en las labores procederán de la comarca del Bierzo.
Esta adjudicación es parte del gasto (superior a 62 millones de euros) al que tendrá que hacer frente Endesa para dejar el emplazamiento en condiciones de poder afrontar un uso futuro. El inicio de los trabajos previos al desmantelamiento tendrá lugar a lo largo del mes de noviembre.
Compuesto por una media anual de 130 personas, el equipo humano que se ocupará de los trabajos de desmantelamiento procederá en su mayoría de antiguas empresas contratistas de la central térmica de Compostilla o de residentes en la comarca del Bierzo, con prioridad de los municipios de Cubillos del Sil, Ponferrada y Cabañas Raras.
Endesa, dentro de su compromiso con la sostenibilidad, ha dado prioridad en el concurso de adjudicación de la obra, entre otros aspectos, a la oferta que ha incluido el mayor número de trabajadores locales.
Para la capacitación de este personal se están realizando acciones formativas, que tienen por objeto mejorar la confianza, el arraigo con la comunidad local y la empleabilidad de los trabajadores de la zona, una de las medidas de creación de valor compartido contempladas en el plan Futur- e de Endesa.
Los cursos se están realizando en el marco del convenio de colaboración entre la Fundación Santa Bárbara (Junta de Castilla y León), la Fundación Ciudad de la Energía-CIUDEN (Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico) y Endesa. Están estructurados en tres programas de formación profesional en los que participarán 360 alumnos que serán seleccionados por la Fundación Santa Bárbara.
La formación está centrada en tareas de desmantelamiento de las instalaciones de la central, en concreto en la prevención de riesgos laborales, y contará con la participación de 200 alumnos, repartidos en cuatro convocatorias. También se impartirán dos cursos dirigidos al montaje y a la operación y mantenimiento de parques eólicos que se extenderán a un total de 60 alumnos y dos cursos para 100 alumnos en otros sectores con potencial, que se definirán tras el resultado del concurso de proyectos que Endesa lanzó a finales de 2019 para la reindustrialización del emplazamiento de la central.
El proyecto de desmantelamiento de la planta térmica de Compostilla está diseñado para compatibilizar los trabajos de demolición con actuaciones de desarrollo de futuros proyectos ahora en periodo de evaluación dentro del concurso organizado en el plan Futur-e para el aprovechamiento de la actual instalación. Para ello será necesario realizar una planificación exhaustiva y una coordinación de los trabajos, priorizando la seguridad y salud laboral y todos los aspectos relacionados con la preservación del medioambiente.
Economía circular para el desmantelamiento
La gestión del proyecto de demolición va a ser llevada a cabo por un equipo de alta cualificación, que es lo que requiere un cometido tan complejo como el que se va a realizar en Compostilla. Los trabajos comenzarán en los próximos meses, tras la implantación en la zona de la empresa Recifemetal y se prolongarán durante cuatro años.
Para realizar la gestión integral de desmantelamiento se aplicará un sistema de demolición selectiva para segregar y caracterizar cada una de las 266.870 toneladas que conforman el volumen de demolición. Este método, junto con la aplicación de la economía circular en la gestión de residuos, permitirá un aprovechamiento máximo de los residuos, bien para su posterior reutilización como segundo uso, bien como materia prima, a sí minimizar la fracción destinada a vertedero.
Dentro del compromiso de economía circular por el que apuesta Endesa está prevista la reutilización de los residuos de hormigón, para lo que se contará con un equipo de machaqueo con capacidad para tratar 300 toneladas por hora y que estará compuesto por una machacadora de mandíbulas, un separador magnético para la segregación de las armaduras desprendidas y un cribado para la clasificación de los hormigones triturados. De esta manera se obtendrá una valorización del acero de armaduras y un árido reciclado que se empleará en el relleno de los huecos generados en las obras, así como en la remodelación morfológica del terreno tras las demoliciones.
Con el fin de reducir en todo lo posible las afecciones al entorno se implantará un exhaustivo plan de vigilancia ambiental con especial atención a las emisiones y los vertidos durante la ejecución de las tareas.
Para minimizar los riesgos de accidentes y preservar la salud de los trabajadores Endesa llevará un exhaustivo seguimiento de los procedimientos de cada una de las actividades de demolición. Así mismo se implantará in situ un hospitalillo para estabilizar un herido en caso de accidente, y un equipo especialista en trabajos verticales que actuará en caso de emergencia como apoyo al rescate de trabajadores en estructuras de difícil acceso.
Cuando el pasado 30 de junio la central térmica dejó oficialmente de estar operativa, solo disponía de tres grupos, cuya potencia sumaba 1.051,7 megavatios (MW), que habían entrado en funcionamiento entre 1972 y 1985. Otros dos grupos más antiguos ya se encontraban en proceso de desmontaje, después de permanecer en servicio desde comienzos de los años 60. Las instalaciones ocupan unas 375 hectáreas, superficie en la que se distinguen tres áreas claramente diferenciadas: un área que alberga los grupos de generación eléctrica, otra que acoge los parques de transformación e instalaciones auxiliares, y una última el parque de carbones con el vertedero de residuos no peligrosos.
Siete zonas de demolición
Endesa ha agrupado las zonas de demolición por sistemas e instalaciones homogéneas existentes en el emplazamiento. Las zonas de demolición son las siguientes:
Zona 1 Turbinas: está formada por los edificios de turbinas de los grupos 1, 2 y 3 y de los grupos 4 y 5. Incluye también los equipos de los grupos 3, 4 y 5, como son los generadores, turbinas, condensadores, calentadores y otras instalaciones asociadas.
Zona 2 Calderas: comprende las calderas, precipitadores electrostáticos y los depósitos de agua desmineralizada.
Zona 3 Plantas de desulfuración de gases: las tres plantas de desulfuración de gases con sus componentes, edificio de deshidratación de yesos, planta de tratamiento de agua, nave de bombas, edificio eléctrico, cintas y silos de yesos.
Zona 4 Estructuras esbeltas: instalaciones cuyo desmantelamiento y demolición se realizará mediante voladura, como son las chimeneas, las torres de refrigeración y los edificios de silos de carbón.
Zona 5 Parque de carbones: todas las instalaciones propias del parque de almacenamiento de carbones, máquinas apiladoras, recogedoras, retroextractoras, trippers, edificio de trituración de carbón, torres de transferencia de mineral, edificios eléctricos de carboneo, torres de toma de muestras, básculas, tolvas de carbón, cintas de trasporte de combustible, playas de descarga de carbón etc.
Zona 6 Edificios y estructuras varias: En esta zona se han incluido aquellas instalaciones generales que quedan fuera del ámbito de actuación de las anteriores, como son el edificio de oficinas, depósito de agua cruda y zona de pretratamiento de aguas, balsas de agua de refrigeración, almacenes y talleres etc.
Zona 7 Elementos singulares: Ferrocarril y galerías enterradas.
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