CaixaBank destina en Castilla y León 2,2 millones a 403 proyectos sociales

CaixaBank, a través del presupuesto cedido por la Fundación “la Caixa”, colaboró en Castilla y León, con 403 proyectos de 324 entidades sociales locales por un importe global de 2,2 millones de euros en 2020. El 50 por ciento del presupuesto se destinó a iniciativas en el ámbito de la enfermedad y discapacidad seguidas de la exclusión social (27,7 por ciento) y la pobreza infantil (13,8 por ciento). También se ha dado apoyo a proyectos en favor de las personas mayores y de fomento de la inserción laboral.

Entre las colaboraciones llevadas a cabo destacan el programa de ayudas para paliar los efectos de la COVID-19 con los Bancos de Alimentos de la Comunidad; programa de material escolar, para niños sin recursos, con 14 entidades sociales; programa de apoyo a familias sin recursos para cubrir necesidades energéticas en invierno con Cáritas.

También el proyecto de mediadores, a través de Cáritas y Aleste, destinados a familias sin recursos con problemas de integración en el entorno; o el programa de formación de científicos divulgadores con Fundación Atapuerca. En 2020, el 93 por ciento de las oficinas de la red de CaixaBank en Castilla y León colaboraron con algún proyecto social de la Comunidad.

En España, CaixaBank ha destinado 44,8 millones de euros a proyectos sociales locales durante el año 2020, lo que ha permitido desarrollar más de 8.500 iniciativas con cerca de 7.000 entidades sociales de toda España localizadas y canalizadas a través de la red de oficinas de CaixaBank.

La entidad financiera cuenta con la mayor red comercial del sector en España y la mayor capilaridad territorial, puesto que está presente en el 100 por cien de las poblaciones de más de 10.000 habitantes y en el 94 por ciento de las de más de 5.000 personas. En 229 municipios, es la única entidad financiera presente.

2020, marcado por las ayudas al COVID-19

En 2020, el 89 por ciento de las oficinas de CaixaBank repartidas en toda España canalizaron aportaciones a proyectos en beneficio de la sociedad y las comunidades locales. Mediante esta colaboración, cerca de 7.000 entidades sociales se beneficiaron el pasado año de las ayudas. Cabe destacar que la mayoría de las aportaciones fue destinada a paliar los efectos socioeconómicos provocados por el COVID-19.

De forma más concreta, la inversión se dirigió a acciones destinadas a colectivos en exclusión social y pobreza; programas destinados a mejorar la calidad de vida de las personas mayores, colectivos con necesidades especiales o enfermos; acciones vinculadas con la gente mayor; así como proyectos de inserción laboral.

Entre las iniciativas apoyadas, se encuentran acciones de distribución de alimentos, de la mano de comedores sociales, a colectivos vulnerables; entrega de material escolar y tecnológico para la infancia en riesgo de exclusión, así como la dotación de tablets a residencias para la gente mayor.