Coronavirus

Economía

El sector del juego, al límite: sin ingresos y tributando por máquinas recreativas apagadas

Denuncian el “abandono” al que están sometidas las 345 empresas operadoras que dan trabajo directo a dos mil personas mientras que la CEOE urge un plan de choque con ayudas directas a fondo perdido

Un hombre se dispone a jugar en una máquina presente en uno de los salones recreativos de la Comunidad
Un hombre se dispone a jugar en una máquina presente en uno de los salones recreativos de la Comunidadlarazon

Sin ingresos ni ayudas directas salvo aplazamientos de algún pago y tributando al cien por cien las máquinas recreativas con las que cuentan.

Esta es la situación límite en la que se encuentra el sector del juego en Castilla y León, que denuncia la situación de “abandono” y “desamparo” que siente por parte de las administraciones, especialmente la autonómica, a quien reprocha que en todo este tiempo de pandemia no haya puesto medida alguna, ya sea normativa o tributaria, para aliviar la situación de las 345 empresas, la mayoría pymes, que operan en este gremio en la Comunidad, que dan trabajo directo a dos mil personas e indirecto a otras tantas, y que aporta a las arcas regionales en impuestos más de setenta millones de euros.

Y es que el sector del juego está siendo uno de los grandes damnificados por esta crisis sanitaria del coronavirus, tanto por el cierre de las casas y salones de apuestas como por la clausura de la hostelería en dos ocasiones al completo. Una en marzo por el confinamiento domiciliario y otra en noviembre ante el repunte de la segunda ola, además de las limitaciones y restricciones que ha venido sufriendo en estos once meses y medio de pandemia en función de la evolución del virus y la situación epidemiológica de cada territorio, desde las fases de desescalada hasta las restricciones actuales de aforos y horarios o con la prohibición actual de consumir en el interior de los establecimientos, que impide también que los clientes puedan jugar a las máquinas tragaperras.

De hecho, el sector, que vive al límite y advierte de que los ERTE y los aplazamientos de pagos son insuficientes, ha dado de baja en esta pandemia a más de mil máquinas recreativas de las trece mil con licencia en Castilla y León, lo que supone, según Carmen Rodrigo, representante de la Asociación de Empresas Operadoras y Salas de Juego de la Comunidad (Sajucal), que el Gobierno autonómico haya ingresado hasta cinco millones de euros menos en impuestos.

Ante esta tesitura, el sector del juego reclama que, al menos, la Junta bonifique el 50 por ciento de los tributos que pagan por las máquinas recreativas. “Es humillante que el Gobierno de Castilla y León no haya puesto en marcha en todo este tiempo alguna fórmula tributaria o administrativa para ayudarnos cuando no nos está dejando trabajar, cuando, además, en otros territorios de España sí que se ha hecho”, denunciaba este viernes Carmen Rodrigo, durante una reunión telemática con representantes de la patronal CEOE Castilla y León.

“Nos sentimos solos y olvidados además de invisibles”, lamentaba la empresaria mientras insistía en que no se entiende que sin estar operativos les obliguen a seguir pagando impuestos.

Desde la patronal, su presidente Santiago Aparicio recordaba que este sector “es muy sensible” a los cierres y limitaciones de aforos y horarios que se están estableciendo para contener al virus, y reprochaba a la Junta que no se haya sentado a dialogar con el sector ninguna de las medidas puestas en marcha ni mucho menos una estrategia para ayudarles a sobrevivir.

Por ello, y al igual que ha hecho para otros sectores como la hostelería y el turismo, Aparicio pedía un plan de choque con ayudas directas a fondo perdido que lleguen cuanto antes a las empresas. “La situación de la mayoría de estas empresas es ruinosa y algo que hacer porque si no este sector desaparecerá”.