La pandemia va a dejar por segundo año consecutivo a España y Castilla y León sin procesiones en las calles para evitar aglomeraciones que propaguen nuevamente y de forma masiva el virus. Un nuevo palo para los fieles cristianos y para los “semanasanteros” que viven estos días de Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo de forma intensa y especial.

Ante esta situación, las Diócesis de Castilla y León están trabajando de la mano también de las cofradías y hermandades durante esta cuaresma para celebrar como se merecen los oficios religiosos correspondientes a este tiempo litúrgico, pero también para celebrar los días de Semana Santa.

Es el caso de la Diócesis de Ávila, cuya capital cuenta con una Semana Santa de Interés Turístico Internacional que atrae cada año a miles de turistas, y donde han organizado una magnífica exposición fotográfica en la Catedral abulense para acercar la Pasión de Cristo a los que se acerquen. Como dice el sabio refranero popular español “A falta de pan, buenas son tortas”, y aunque no es lo mismo, sí que al menos pretende dar una imagen de lo que es y significa la Semana Santa de Ávila para los abulenses y las cofradías.

En la muestra, organizada por las catorce entidades que forman parte de la Junta de Semana Santa, se podrán disfrutar y contemplar una quincena de imágenes ubicadas en el interior del templo, con las que el visitante podrá poder vivir de alguna manera la catequesis que habitualmente recorre las calles en estos días festivos.

El obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, inauguraba este martes la exposición acompañado por el alcalde de la ciudad, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, y de Héctor Palencia, director de Administración Local de la Junta.

Junto al trascoro de la Catedral, presidiendo esta muestra, figura el Santísimo Cristo de las Murallas, imagen de la Semana Santa de Ávila desde el año 2000, realizada por Nicomedes Díaz Piquero. Y al lado de ellas, se encuentran otras figuras emblemáticas que forman parte de la austera Semana Santa de Ávila, como la de Nuestra Señora de las Angustias, una talla anónima del siglo XVI, que protagoniza la “Procesión del Silencio” cada Miércoles Santo.

Igualmente se puede admirar la imagen anónima de Santa María Magdalena, del siglo XVI, emblema absoluto del Ilustre Patronato de la Purísima Concepción, Santa María Magdalena y Ánimas del Purgatorio, que protagoniza la impresionante “Procesión del Miserere” cada Martes Santo.

Además, la “Muestra de Veneración” cuenta con el Santo Sepulcro, del siglo XVII, el traje del Ángel Custodio o la imagen del Santísimo Cristo Resucitado, del siglo XVII, que no procesiona cada Domingo de Resurrección, junto a otros elementos de la Semana Santa abulense como reposteros o estandartes.

Todo ello puede ser visto en el interior de la Catedral como pocas veces ha podido contemplarse, ya que los fieles pueden estarán frente a frente con estas esculturas que habitualmente solo observan a distancia y desde las calles, al ver pasar los tronos.

“De esta manera, la Semana Santa de Ávila quiere mostrar parte de sus imágenes y enseres para, de alguna manera, se pueda vivir la catequesis que habitualmente se hace en la calle”, destacaba Ernesto José Gómez, presidente de la Junta de Semana Santa.

José María Gil Tamayo, por su parte, destacaba que aunque la procesión va por dentro, no por ello la Semana Santa se va a celebrar con menos intensidad, dadas las circunstancias vinculadas con la pandemia, y por ello aseguraba que estas imágenes de la muestra conseguirán “enseñar” a quienes las contemplan.

”Verlas nos llega muy al fondo y expresan el culto de nuestro pueblo”, apuntaba el obispo de Ávila, a la vez que recordaba que estas imágenes “forman parte del ADN, de la historia y las raíces de este pueblo”.

“Hay imágenes de pasión este año que no están en los Pasos de Semana Santa, ni están en el interior de las iglesias. Está en la gente que ha sufrido la pandemia, con su dolor, en los que nos han dejado, en sus familias. Está también en los pobres, en quienes están sufriendo las consecuencias de esta crisis económica: hosteleros, comerciantes, aquellos que han perdido su empleo”, destacaba el obispo, mientras recordaba que esa gente necesita ayuda. “No solo hagamos una visita turística a esta Catedral. Hagamos una visita de fe, una visita cívica, de compromiso con los más necesitados a través de Cáritas como organización de la Iglesia”, apuntaba.

La exposición podrá verse por un máximo de 25 personas a la vez hasta el próximo 3 de abril en horario de 12.00 a 14.00 horas por la mañana y de 17.00 a 19.00 horas por la tarde, a excepción de momentos concretos como por ejemplo en los que las celebraciones religiosas en los días centrales de la Semana Santa no lo permitan (el 31 de marzo sólo habrá horario de tarde, el 1 de abril sólo se abrirá por la mañana y el 2 de abril permanecerá cerrado).

Y todo ello, con medidas de control de aforo (máximo 20 personas), toma de temperatura a la entrada y gel hidroalcohólico disponible.