Covid

Castilla y León apoya adelantar el toque de queda a las 20 horas en Semana Santa

Así lo asegura el vicepresidente Francisco Igea quien considera que es esencial “evitar la cuarta ola y salvar vidas”

La afluencia de turistas durante la Semana Santa permitió bajar el número de parados, en el sector servicios principalmente
La afluencia de turistas durante la Semana Santa permitió bajar el número de parados, en el sector servicios principalmenteManuel Ángel LayaEuropa Press

El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, se ha mostrado partidario de adelantar el toque de queda a las 20 horas durante esta próxima Semana Santa, una posibilidad que se está planteando desde el Gobierno de la nación y que la ministra de Sanidad, Carolina Darias ya ha estado sondeando a varias autonomías españolas para conocer su opinión.

A través de la red social twitter, Igea ha señalado que se “trata de una medida eficaz y que el Gobierno tendrá su apoyo si lo precisa. Lo primero es evitar la cuarta ola y salvar vidas. No vamos a hacer política con esto”.

Y es que el incipiente repunte de nuevos contagios a las puertas de la Semana Santa y el miedo que se produzca una temida cuarta ola, como parece que ya están viviendo países como Italia, Alemania y Grecia, hace que se plantee esta posibilidad de endurecer más las restricciones, que se debatirán esta tarde en una nueva reunión de la Comisión Interterritorial de Salud con la presencia de la ministra con los distintos consejeros de Sanidad de las diferentes autonomías españolas, entre ellas, Verónica Casado.

Hasta la fecha, el plan consensuado con las comunidades -que contemplaba, entre otras, el cierre perimetral, el toque de queda nocturno a partir de las 23 horas, las limitaciones a cuatro o seis personas de no convivientes- pueden añadirse otras más restrictivas con el fin de frenar la curva ascendente que se está viviendo en España.

En especial, en Castilla y León, la tasa de incidencia acumulada a siete días, en la última semana ha subido tres puntos, aunque es verdad que la ocupación de camas UCIs ha caído.

La propia consejera de Sanidad, Verónica Casado, esta misma mañana ha manifestado que en estos momentos en Castilla y León nos encontramos en un “valle con tendencia al crecimiento” y se mostró muy preocupada por las situaciones que se están produciendo en algunos países europeos.

Hay que recordar que Castilla y León había impuesto un toque de queda para toda la población, con el fin de reducir el alto número de contagios, después de las Navidades, el pasado 15 de enero y que estuvo en vigor todo un mes antes de que el Tribunal Supremo suspendiera esta restricción, tras haber sido recurrido pro el Gobierno, al considerar que no se podría imponer una restricción a la movilidad antes de las 22 horas.

La Junta dejaba sin efecto el 17 de febrero esta decisión, aunque el propio presidente Alfonso Fernández Mañueco, señalaba que esta decisión había sido determinante para “frenar la pandemia”.

Como consecuencia de ello, la Junta, en Consejo de Gobierno extraordinario echó el cierre a las 20 horas de los establecimientos no esenciales como los establecimientos hosteleros, los comerciales, los culturales, aunque la gente pudiera estar hasta las diez en las calles.

Finalmente, el pasado 26 de febrero, dicha limitación se retrasaba hasta las diez de la noche como hora de cierre, sin que pudieran admitirse nuevos clientes desde las 21.30 horas,, como viene ocurriendo hasta estos momentos.