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Economía

«Las empresas de Castilla y León son reacias a invertir en comercio online»

El ecommerce manager y publicista, Emiliano Pérez Ansaldi, asegura que la digitalización empresarial ya es «una necesidad» y es el «presente más inmediato»

Emiliano Pérez Ansaldi durante la celebración de una ponencia
Emiliano Pérez Ansaldi durante la celebración de una ponenciaLa Razón

Se define como una mezcla rara entre el eCommerce Manager, marketing online y publicista. «Ayudo a las empresas a transformar sus ideas en negocio en Internet», asegura Emiliano Perez Ansaldi, argentino pero asentado en Valladolid y que cuenta con una amplia trayectoria a sus espaldas. Más de 20 años en carretera, y alma máter de Vital Innova, de la que se desvinculaba el pasado año para emprender una aventura en solitario.

«El sector de la tecnología y del márketing online tiene mucha demanda y poca oferta. Se está captando talento a base de billetera o comprando directamente a las agencias más pequeñas», como sucedió con Vital Innova, adquirida por Pinchaaquí. Ese fue el momento para apartarse del proyecto y focalizarse en el comercio electrónico con antiguos clientes y otros nuevos con el fin de ayudarles a mejorar su visibilidad, sus ventas, su publicidad online o un mayor posicionamiento en Google.

«El comercio electrónico parece muy fácil pero requiere de una serie de conocimientos específicos para llevar a cabo el proyecto de una manera fiable», asegura Emiliano Pérez. «Cuesta mucho sacer el proyecto adelante, y en Castilla y León todavía las empresas «son muy reacias a implicarse en la comercialización digital. No se invierte lo suficiente. El comercio no se gestiona en piloto automático, y necesita inversión y conocimientos», indica.

Los datos son evidentes. En el último año, el comercio electrónico creció entre un 55 y un 70 por ciento respeto al 2019, cuando esa aumento no pasaba del 15 por ciento. «Se ha acelerado cinco años, aunque también hay que decir que la pandemia ha ayudado lo suyo», apunta.

El carrito medio, es decir, lo que se gasta también ha aumentado de 35 a 50 euros. «La gente se anima a comprar más cosas y más caras y hay que tener en cuenta que se ha incorporado un nuevo segmento de edad, mayores de 50 años, que antes no compraban nada, y todo ello implica unas oportunidades buenísimas para las empresas», prosigue.

La crisis de la Covid-19 ha hecho reaccionar a cientos de empresas que han visto en el comercio electrónico como el «último bote salvavidas», y muchos de esos proyectos han salido «de cualquier manera por que no se hace con convencimiento».

Además, están gestionados por una generación que no confía y desconoce las posibilidades del mundo online, y «cuando les dices que tienen que invertir entre 1.000 o 2.000 euros al mes, se echan para atrás», insiste. Y otro de los grandes problemas estriba en que entran sin capacidad de inversión y te chocas con la competencia que vienen desarrollando ese proceso desde hace años, y no tienes nada o poco que hacer.

«Es una necesidad imperiosa. Ha dejado de ser el futuro para ser el presenta más inmediato y si no, estás muerto», finaliza.