Las Cortes piden a Sánchez medidas que «relajen» la subida de la luz

Intenso debate parlamentario el que se vivía ayer en las Cortes de Castilla y León, donde se han vuelto a escenificar las enormes diferencias existentes entre los bloques de centro derecha representados por el Gobierno de coalición de PP y Ciudadanos y la izquierda de PSOE y Podemos.

Esta vez, la polémica llegaba a la sesión a cuenta de losindultos que prevé aplicar el Gobierno de Pedro Sánchez a los políticos independentistas catalanes condenados por el Golpe de Estado que perpetraron en Cataluña en octubre de 2017, pero también por el recibo de la luz y los cambios establecidos en las tarifas eléctricas según horarios.

Sobre este último punto, Ciudadanos llevaba al hemiciclo una proposición no de Ley que salía adelante con los votos a favor de PP, Ciudadanos, la Unión del Pueblo Leonés y Por Ávila, con la que se pide al Gobierno de España que establezca medidas que relajen la subida de la luz. Entre ellas, que ponga en marcha un periodo transitorio en la aplicación de la nueva factura de la electricidad. También demanda a Sánchez que impulse una reforma normativa que modifique la base imponible del impuesto sobre el valor añadido y del impuesto eléctrico, así como a reducir al tipo del 10 por ciento el IVA de la electricidad hasta que se recuperen completamente los niveles de actividad y empleo previos a la pandemia,

David Castaño, portavoz del Grupo Parlamentario de Ciudadanos, era el encargado de defender la PNL en el hemiciclo, donde culpaba al presidente del incremento de la factura de la luz a los ciudadanos y le echaba en cara que haya traspasa su responsabilidad al consumidor «perjudicando a los que perciben una renta más baja». Asimismo, Castaño advertía de las consecuencias negativas que tendrá para los bolsillos de la gente, pero también para la competitividad de las empresas de la Comunidad.

«Una vez más, el gobierno central no hace política para las personas sino en contra de ellas», denunciaba el portavoz «naranja», al recordar que la factura de la luz no ha dejado de subir y subir en los últimos veinte años, por la falta de distinción de los eslabones de la cadena de valor y a la sobrerregulación fiscal.

Desde el PSOE, por el contrario, la procuradora socialista Rosa María Rubio, defendía la nueva factura de la luz «porque fomentará el ahorro energético, el autoconsumo o el despliegue del vehículo eléctrico», decía. Asimismo, tachaba de «demagógica» la propuesta de reducir el IVA, y afeaba al portavoz de Ciudadanos que hable de perjuicios en las familias más vulnerables «cuando mil ricos de Castilla y León se llevaron a su casa 35 millones de euros», en referencia a la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones en esta Comunidad.

No piensa lo mismo Pablo Fernández, portavoz de Podemos, partido socio de Sánchez en el Gobierno, para quien la subida de la luz es «inaceptable», y apuesta por crear una empresa de energía pública como solución para abaratar costes.

Finalmente, desde el PP, Vidal García advertía del daño que se va a hacer a los hogares con la nueva factura, pero también a los agricultores, y en especial a los remolacheros, que en apenas un mes tendrán que regar durante todo el día sus cultivos.