Los enfermos crónicos y pluripatológicos vuelven a escena

Uno de los efectos colaterales que se han producido durante estos más de dos años de crisis sanitaria del coronavirus es el «olvido» que han sufrido otros muchos pacientes con otro tipo de enfermedades, como el cáncer, por ejemplo, que han pasado a un segundo plano ya que la atención a los enfermos de covid era la prioridad.

También los pacientes crónicos o pluripatológicos han padecido las consecuencias de esta pandemia, que aún no ha terminado y sigue ahí entre nosotros amenazando, debido a las limitaciones y restricciones que se han tenido que poner en marcha en centros de salud y hospitales.

La propia Consejería de Sanidad reconoce que la covid ha impedido que los médicos y enfermeros hicieran el habitual seguimiento de sus pacientes crónicos, lo que ha redundado en un empeoramiento de la calidad de vida de muchos de ellos.

Y esto es algo que se quiere corregir en esta legislatura, según asegura el viceconsejero de Asistencia Sanitaria, Planificación y Resultados en Salud además de gerente regional de Sacyl, Jesús García-Cruces, para quien el gran reto al que se enfrenta la Atención Primaria en esta legislatura casi recién comenzada es mejorar la calidad de vida de los enfermos crónicos y pluripatológicos.

Y hacerlo, además, «con una atención más proactiva, educadora e implicado aún más si cabe a los propios enfermos en el autocuidado», según señala a la agencia Ical.

«Está demostrado que la pluripatología crónica empeora en el momento que se deja de seguir», apunta García-Cruces.

Asimismo, recuerda que la idea es que cada año estos enfermos pasen al menos seis veces por el centro de salud ya sea de su médico de cabecera o la enfermera ya sea para una cura o una consulta, y avanza que se harán auditorías a través de la aplicación informática de la Atención Primaria para comprobar si se cumple con este mandato.