Patrimonio
SOS de la iglesia que es ejemplo único del barroco levantino en Castilla y León
El mal estado de conservación del templo ha llevado a la Asociación Hispania Nostra, a incluirlo dentro de la Lista Roja del Patrimonio.
Castilla y León es la Comunidad española con más patrimonio religioso y de diferentes estilos. Pero parte de este rico legado artístico e histórico no se encuentra en buen estado y requiere de actuaciones urgentes para evitar más su deterioro e incluso su desplome en algunos casos.
Puede ser el caso de un templo que se ubica en la provincia de Zamora, ejemplo único de barroco levantino y que se levantó entre los años 1748 y 1758 , que fue declarado monumento histórico-artístico de carácter nacional el 29 de diciembre de 1982, que se encuentra en un mal estado de conservación, y que ya ha empezado a sufrir desprendimientos en su interior debido al deterioro de la cubierta. De hecho, el mal estado de conservación del templo ha llevado a la Asociación Hispania Nostra, a incluirlo dentro de la Lista Roja del Patrimonio.
Se trata de la iglesia de San Martín de Molacillos, un templo que, además, está declarado Bien de Interés Cultural. Es un templo de planta de cruz latina, enmascarada en gran medida por las capillas, sacristías y antesacristía que hacen que exteriormente se resuelva en un rectángulo casi perfecto, marcándose las diversas partes por la mayor altura y las cuatro cúpulas que cubren el crucero, las capillas absidales y la antesacristía, según el historiador José Ramón Nieto.
Hispania Nostra alega que el templo se encuentra en “un estado de deterioro progresivo, con grietas y humedades visibles en la estructura interior del monumento, que van empeorando con el paso del tiempo” y menciona los derrumbes parciales de material que se han registrado y a la pérdida de pinturas decorativas del interior de la iglesia.
También ha alertado de las humedades, grietas y la pérdida de material constructivo, que pueden acabar poniendo en riesgo la propia estructura del monumento
El PSOE ha presentado una proposición no de ley en las Cortes de Castilla y León para que la Junta de Castilla y León colabore con el Obispado de Zamora en la reparación de esta iglesia, ya que advierten de que estos desprendimientos obligaran a su cierre al culto y a las visitas.
En el siglo XVIII, el entonces arzobispo de Valencia natural de Molacillos Andrés Mayoral encargó los planos al valenciano Cristóbal de Herrera, que contó como aparejador al también levantino Francisco Castellote. “Esto explica el aire de barroco valenciano que tiene la iglesia”, señala Martín Benito.
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