¿Dónde se encuentra el buzón más antiguo de España?

En pleno siglo XXI, es tal la vorágine y formas de comunicarse, que una tradicional de toda la vida, como son las cartas, han quedado relegadas a un segundo plano. A pesar de que son miles los buzones que se encuentran en cualquier punto de España, más de 13.000 según datos ofrecidos por Correos relativos al año 2020, su uso ha decaído y en muchos lugares son usados básicamente de decoración y de patrimonio, por que todo hay que decirlo, hay algunos que son dignos de ver.

Y es que hasta el año 1762 no existían buzones en España para depositar las cartas. Se entregaban en mano al encargado del correo para su posterior entrega en destino. Ese mismo año, una disposición oficial establecía abrir “agujero o reja, en todas las Hijuelas o Veredas, por donde se echen las cartas, sin que se puedan recibir en mano”.

Con ello se pretendía evitar la desconfianza de los usuarios por un posible extravío de la correspondencia en el momento de dejar su misiva, y no tener que estar pendiente del recogedor del correo para entregarla en propia mano. ¿Pero donde se encuentra el buzón más antiguo del que se tienen noticias en España? Pues en la localidad vallisoletana de Mayorga, en una casa particular. Se trata de un edificio reformado de estilo barroco del siglo XVIII, como informa el propio Ayuntamiento municipal en su página web.

Cuenta con un voladizo en el piso superior, mientras que en la parte de abajo se encuentra el buzón de piedra donde lleva grabada la siguiente inscripción “Coreo/Ano de (MDCCXCIIII).

Se desconoce el origen de este buzón, pero todo puede partir de que esta localidad era un centro neurálgico y de paso obligado en la vieja Castilla, en una ruta de comercio que iba de Medina de Rioseco hasta Venta de Baños. Con el paso de los años se regularon las normas sobre los buzones y se ordenó que éstos debían disponer de un cajón cerrado por dentro.

Pero Mayorga también tiene otros puntos de interés además de este histórico buzón, como el rollo del siglo XVI, o las iglesias de Santa María de Arbas, la de Santa Marina, la del Mercado y la más reciente, la del Salvador, además de una muralla.

Pero también merece la pena acercarse hasta esta localidad vallisoletana para disfrutar del Museo del Pan, gestionado por la Diputación de Valladolid, donde se da a conocer sus variedades, procesos de elaboración, su presencia en otras culturas y su evolución a lo largo de la historia.

Y si a fiestas nos referimos, espectacular la que se vive cada 27 de septiembre, “El Vítor”, declarada de Interés Nacional, donde se conmemora la llegada de las reliquias de Santo Toribio de Mogrovejo a Mayorga desde Perú y que se inicia una con una procesión iluminada con centenares de pellejos cubiertos de pez ardiendo.