Fallece a los 83 años el sacerdote salmantino Antonio Romo, Premio Castilla y León de Valores Humanos en 2014

El sacerdote salmantino Antonio Romo Pedraz falleció este jueves en Salamanca a los 83 años. El párroco del barrio de Puente Ladrillo recibió en 2001 la Medalla de Oro de la ciudad, en 2014 el Premio Castilla y León de Valores Humanos y en 2016 la Medalla de de Oro la Provincia, reconocimientos, todos, recibidos por su entrega a los más desfavorecidos.

Nació en el municipio salmantino de Aldealengua en 1939 y se ordenó sacerdote en 1964, y desde entonces ejerció su ministerio como párroco en San Morales, también fue misionero en Madrid, formador en el Seminario de Calavatra y estuvo vinculado al barrio de Puente Ladrillo durante más de dos décadas.

El presidente de la Junta de Castilla y León, el también salmantino Alfonso Fernández Mañueco, utilizó hoy sus perfiles en redes sociales para despedirse y enviar sus condolencias. “Antonio dedicó toda su vida a ayudar a los más desfavorecidos. Fue un gran ejemplo de entrega y solidaridad. Valores por los que en 2014 recibió el Premio #CastillayLeón de los Valores Humanos. Se va un hombre BUENO. Mi cariño y más sentido pésame a su familia y amigos #DEP”, escribió el mandatario.

El Ayuntamiento de Salamanca también quiso mostrar su pesar por el fallecimiento del sacerdote mediante un comunicado, tras concederle la Medalla de Oro de la Ciudad en 2001 y trasladó asimismo sus condolencias a sus familiares, amigos y seres queridos, así como a todas las personas que trabajaron a su lado.

“Conocido como el ‘cura de Puente Ladrillo’, este sacerdote ha sido todo un ejemplo de solidaridad dedicando toda su vida a ayudar a los más necesitados, ganándose el cariño y el respeto de la sociedad salmantina”, refirió el Consistorio.

La Diputación de Salamanca acordó por unanimidad de todos los grupos conceder en el año 2016 la Medalla de Oro de la Provincia a Antonio Romo por ser el “mejor referente ético de la provincia de Salamanca, un hombre cercano que ha dedicado su vida a los más desfavorecidos, logrando dar respuesta a los problemas que han ido surgiendo de forma paralela a la evolución de la sociedad contemporánea”.

El presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, se sumó a las condolencias, asegurando en un comunicado que fue un digno merecedor de la más alta distinción que entrega la Diputación de Salamanca. “Encarnaba valores tan importantes como la generosidad, altruismo, solidaridad y bondad, y por estos motivos, añadió, siempre será recordado”, manifestó.

Entre sus proyectos más relevantes destacó la casa de acogida, la puesta en marcha de una Escuela de Pastores y de la cooperativa Puentesan, nacida de la Asociación Puente Vida y que elabora un queso con fines solidarios bajo el sello ‘Mil Caminos’.