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Así es el pueblo más bello de Castilla y León

Los espectadores de CyLTV eligen a esta pequeña localidad burgalesa con el 36,9 por ciento de los más de 14.000 votos emitidos

Panorámica de Santa Gadea del Cid, en Burgos
Panorámica de Santa Gadea del Cid, en BurgosViajes y rutasLa Razón

La localidad burgalesa de Santa Gadea del Cid se ha alzado con el título de ‘El pueblo más bello de Castilla y León 2022′, un histórico concurso que impulsa la cadena autonómica CyLTV con el objetivo de buscar el pueblo más bonito de la Comunidad ya sea por su belleza, su patrimonio y por el cuidado en todas sus calles, fachadas y ornamentos, pero también con la finalidad de difundir el conocimiento y los valores patrimoniales y sociales de las localidades.

Un certamen con gran acogida en la Comunidad, en el que votan los espectadores a través de la webwww.elpueblomasbello.es, y que este año es la primera vez que ha contado con un ganador al establecerse por vez primera una única categoría, destinada a localidades con un máximo de 10.000 habitantes, ante había otro premio para pueblos de hasta mil vecinos.

Esta municipio burgalés obtuvo caso el cuatro de cada diez votos, en concreto, el 36,9 por ciento de los más de 14.000 votos que se registraron desde el inicio de la fase final de concurso, el pasado 29 de septiembre.

Vecinos de Santa Gadea del Cid en la ceremonia de CyLTV
Vecinos de Santa Gadea del Cid en la ceremonia de CyLTVMiriam ChacónAgencia ICAL

Junto a Santa Gadea del Cid, los pueblos que compitieron por el premio final fueron La Adrada (Ávila), Lumajo (León), Frómista (Palencia), El Sahugo (Salamanca), Sacramenia (Segovia), Gormaz (Soria), Montemayor de Pililla (Valladolid) y El Cubo de la Tierra del Vino (Zamora). A la presente edición concurrieron un total de 61 localidades de toda Castilla y León.

¿ Y qué tiene Santa Gadea del Cid?

Pues este pequeño municipio de apenas 150 habitantes destaca por su trazado medieval rodeada de una recia muralla, y con los restos de la imponente fortaleza que abraza y protege al municipio desde lo alto.

Un pueblo, además, con mucha historia, que es Bien de Interés Cultural como Conjunto Histórico desde 1973 y que fue considerado un Pueblo Mágico hace dos años.

Una pequeña población de trazado medieval rodeada de una recia muralla, y con los restos de la imponente fortaleza, del siglo XV, custodiándola desde lo alto. Un Castillo que llegó a estar incluido en la lista roja de patrimonio por el riesgo de convertirse en ruina en el año 2010, pero que por suerte salió de ella en 2018 salió de ella tras la restauración de la torre del homenaje.

Un pueblecito con mucha historia que merece la pena ser paseado con calma, y que ha sido declarado Bien de Interés Cultural como Conjunto Histórico en 1973 y Pueblo Mágico en el año 2020.

Santa Gadea del Cid está situada a unos 11 kilómetros al noroeste de Miranda de Ebro, y perteneció a comienzos del siglo XI al señorío de Lantaron con el nombre de término; en lo eclesiástico, perteneció al Obispado de Valpuesta y posteriormente fue otorgado a don Lope Díaz de Haro el V.

Y aunque esté bautizada con el sobrenombre del héroe castellano, en realidad éste se añadió en el siglo XIX en homenaje al Cid Campeador que, sin embargo, en vida nunca estuvo relacionado con este pueblo.

Un casco histórico en el que abundan las casas de adobe o mampostería del siglo XV con escudos nobiliarios, como el de los Samaniego en buen estado de conservación, o el de los Núñez, con sus dos calderas, y algunos más.

En la plaza de la Iglesia, un bello ejemplo de arquitectura popular soportalada castellana, se encuentra el centro neurálgico de la Villa, con grandes vigas de madera, en ella se celebraban los antiguos mercados medievales y en el centro se encuentra y la iglesia de San Pedro, donde se ubica el antiguo hospital de San Lázaro, fundado en 1465 como hospital de pobres y enfermos, pero ahora reconvertido en casa rural. Ya en su interior, cabe señalar el retablo mayor de 1555 de Juan Picardo y Lope de Rueda., la sacristía y un pequeño museo diocesano.

El viajero no debe perderse sus murallas medievales, levantadas para defender la Villa en el medievo, aunque apenas quedan restos, e incluso algunas de ellas se encuentran fusionadas con las paredes de algunas viviendas.

 

Cuentan que hubo tres puertas en dirección al castillo, pero solo quedan dos que puedan verse y bastante bien conservadas, que en sus tiempos servían para controlar quien entraba y salía e incluso para cobrar los impuestos.

Una de ellas es el arco de la calle de Abajo o de las Eras, con interior adintelado, tejado a dos aguas y arco ojival gótico, está decorado con una talla plana de una figura humana.

La ermita románica de Nuestra Señora de las Eras, del siglo XII, o laErmita de Nuestra Señora del Patrocinio, situada en la Calle Mayor, son otros enclaves que el viajero no debe dejar de ver además de conocer su historia. Sobre todo esta última, de estilo gótico, ya que fue construida en el siglo XVIII para conmemorar las apariciones de la Virgen del Espino, junto alConvento de Nuestra Señora del Espino,.