Economía

Biometano, energía clave para impulsar el medio rural

El presidente de Sedigas, Joan Batalla, destaca el potencial de producción de Castilla y León

El presidente de Sedigas, Joan Batalla
El presidente de Sedigas, Joan BatallaSedigasSedigas

La transición energética es algo que preocupa, y mucho, a los españoles, ya que el futuro es mejorar la sostenibilidad. Por este motivo el biometano, que es el combustible que se obtiene a partir del biogás, intenta abrirse camino en nuestro país, ya que cuenta con «numerosos beneficios sociales, económicos y medioambientales, lo que deja claro que es una solución esencial para la descarbonización y la transición energética en España», según asegura a LA RAZÓN, el presidente de Sedigas, Joan Batalla Bejarano.

Al respecto, destaca que el biometano reduce los gases de efecto invernadero, cumple con los objetivos europeos y nacionales de descarbonización, rebaja el uso de fertilizantes inorgánicos, fija población en el territorio, y genera empleo local especializado, lo que provoca el impulso del medio rural, en estos momentos tan complicados de despoblación que sufre Europa y España.

Y todas estas ventajas se han podido comprobar de primera mano en el Salón de Gas Renovable, celebrado en los primeros días de octubre en Valladolid, en un encuentro que «es fundamental para el sector», como señala Batalla Bejarano, ya que permite mostrar al público, al sector y a las administracioneslos últimos proyectos y novedades.

Líderes

Y en todo ello Castilla y León tiene mucho que decir, ya que según resalta, el ambito rural, así como los residuos de origen agrícola y ganadero de la Región, la convierte en la Comunidad que cuenta con «mayor potencial de producción de biometano de España».

En este sentido, el presidente de Sedigas confirma que Castilla y León podría albergar 520 plantas de biometano –una fuente de energía renovable y autóctona- aprovechando principalmente los residuos agrícolas y ganaderos, lo que se traduciría en un potencial de 38 TWh/año (23 por ciento del total nacional) con el que se podría abastecer el cien por cien de la demanda de gas natural de la región y exportar los excedentes al resto del país.

La puesta en marcha de estas plantas movilizaría inversiones por valor de 10.112 millones de euros, el equivalente a un 18,25 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de la región en 2020. A esta cifra habría que añadir la necesaria para conectar las plantas a las redes de gas ya existentes, que sumaría otros 750millones de euros.

Joan Batalla subraya que esta oportunidad tendría, además, un impacto positivo sobre el empleo en Castilla y León, dado que se traduciría en la creación de 5.156 puestos de trabajo directos y 10.915 indirectos asociados a la operación recurrente de las plantas, así como 7.800 empleos directos y 104.000 indirectos asociados a la construcción de las mismas.

En lo que se refiere a nivel nacional, el potencial de producción del biometano alcanza los 163 TWh/año, lo que permitiría cubrir alrededor del 50 por ciento de la demanda nacional de gas natural.

Para avanzar, el presidente de Sedigas cree que es fundamental impulsar la colaboración público-privada, algo que parece que en Castilla y León se produce ante la disposición que ha demostrado por esta energía la Junta, a través de un ambicioso plan que está a las puertas de ver la luz.

Y es que según afirma Batalla Bejarano el proceso para poner en marcha una planta de estas características dura alrededor de tres años por el tema de la burocracia. «Por lo que si queremos evolucionar como lo están haciendo países como Alemania o Francia, esos tiempos tienen que reducirse», añade el presidente de Sedigas.

Por último, y para reafirmar el compromiso con la sostenibilidad, Joan Batalla recuerda que la asociación ha elaborado un decálogo de buenas prácticas para el desarrollo y la operación sostenible de las plantas de biometano.