
Universidad
Burgos mira hacia la IA y la robótica como ventaja competitiva para su grado de Medicina
Ya se han recibido más de 300 solicitudes para formar parte de la plantilla docente

La medicina del futuro, una medicina preventiva y de precisión, en la que juegue un papel destacado la Inteligencia Artificial y la robótica, será seña de identidad del grado de Medicina que comenzará a impartir la Universidad de Burgos (UBU) en el curso académico 2026/2027, y en cuyo plan de estudios, selección de profesorado y definición de infraestructuras trabajan actualmente.
Los estudios de Medicina están regulados en un porcentaje muy alto, del 85 %, ha reconocido el nuevo rector de la UBU, José Miguel García, en una entrevista a la Agencia EFE, aunque ha afirmado que cuentan con una ventaja competitiva para tratar de diferenciarse del resto de universidades: Burgos arranca ahora su proyecto formativo.
“Nuestra singularidad es la inserción en el entorno y la capacidad tecnológica”, ha recordado, así que apuestan por diseñar un nuevo grado en Medicina sustentado en las nuevas realidades tecnológicas, la inteligencia artificial o la robótica, “empaquetándolo” hacia una medicina del futuro, una medicina preventiva y de precisión.
García ha afirmado que empiezan “en el momento adecuado” y, si bien es realista y sabe que están ante un reto complejo, no exento de dificultades, también destaca que cuentan con el apoyo de la sociedad, del tejido económico y hay voluntad política, el apoyo de la Junta de Castilla y León, en materia de financiación como de infraestructuras.
Ubicación de la nueva facultad
El rector de la UBU, que fue investido el pasado 15 de enero tras resultar elegido en el mes de noviembre – en unas elecciones con la suya como única candidatura-, ha avanzado que las reuniones con las consejerías de Sanidad y Educación para trabajar en la puesta en marcha del grado tendrán lugar la próxima semana.
En esas reuniones tendrán que definir la ubicación de la futura facultad, si bien Medicina arrancará en uno de los barracones del antiguo Hospital Militar, cedido por la Junta para usos educativos y sociosanitarios, donde se habilitarán tres aulas para un centenar de estudiantes por aula y un laboratorio de anatomía, lo básico para los primeros cursos.
García ha reconocido que tendrán que hablar con Sanidad para ver cómo integrar a los alumnos de los últimos cursos, habida cuenta de que el consejero Alejandro Vázquez ya reconoció días atrás que físicamente la facultad de Medicina no encaja el Hospital Universitario de Burgos, por falta de espacio, aunque el rector ha asegurado que hay alternativas.
“La mayoría de las facultades están próximas, por no decir insertas o al lado de los hospitales de referencia”, y si no va a poder ser así con el HUBU “hay que buscar alternativas”, como el Hospital Divino Valles o levantar un nuevo edificio en parcelas próximas, de uso dotacional, que habría que negociar con el Ayuntamiento de Burgos, ha apuntado.
García ha insistido en que lo importante es que cuentan con la voluntad política de todas las administraciones, y que la Junta también ha mostrado su compromiso para reforzar las aportaciones económicas y que Burgos pueda impulsar su grado de Medicina, pues con el presupuesto actual no tienen capacidad ninguna para abordar nuevas inversiones.
Refuerzo de la financiación
“Nuestros presupuestos son ajustadísimos”, ha apuntado, tras recordar que las universidades son “sociedades mendicantes”, que en el caso de la UBU recibe la mayor parte de su financiación de la Junta de Castilla y León, que completa con recursos propios conseguidos de convocatorias competitivas para proyectos, pero que son fondos finalistas, de investigación.
El rector ha incidido en que la UBU está infrafinanciada en relación con las otras tres universidades públicas de Castilla y León, pues cuenta con unos 50 millones de aportación autonómica pero requeriría entre un 10 % y un 15 % a mayores para poder estar "cómoda" y hacer frente a imprevistos e inversiones.
Para Medicina, la financiación de la Junta está garantizada, “otra cuestión es que hay que negociarla”, ha apuntado, ponerle plazos, definir infraestructuras… y habrá reuniones en las que se aborden estas cuestiones.
Más de 300 solicitudes
Mientras, la UBU está recibiendo solicitudes de sanitarios interesados en formar parte de la plantilla docente, y por el momento la cifra supera las 350, lo que a juicio del rector demuestra que la vocación docente entre los profesionales del sistema sanitario burgalés.
“Tenemos el tiempo justo” para implantar Medicina, ha asegurado, pero también “viento a favor y las velas puestas para seguir adelante”, en uno de los retos que asume García en su mandato de seis años, para que la Universidad de Burgos cuente con una titulación de “altísimo impacto social”, que ayudará a reforzar con profesionales el sistema sanitario de Castilla y León.
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