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Cascajares echa a andar con un obrador alquilado en La Cistérniga y unas oficinas en Villanubla

La compañía está a la espera de poder ver el estado de la estructura de la planta calcinada para analizar el lugar en el que construir la nueva fábrica

Incendio en Cascajares
Trabajadores de Cascajares a las puertas de la planta quemadaICALAgencia ICAL

Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, la empresa palentina Cascajares va saliendo adelante tras el incendio que arrasó con naves y oficinas de la compañía agroalimentaria en la localidad palentina de Dueñas el pasado 26 de enero.

De hecho, Cascajares comienza a funcionar con sus oficinas asentadas en la localidad vallisoletana de Villanubla, así como un obrador alquilado en La Cistérniga. “Estamos trabajando para poner todo a punto y arrancar lo antes posible en el nuevo obrador, aunque sea haciendo unos pocos productos”, afirman desde la empresa, en declaraciones recogidas por Ical, desde donde apuntan están más asentados en las oficinas provisionales cedidas por otra empresa, donde se lleva a cabo el trabajo de contabilidad y administración como “si no hubiera pasado nada”.

En relación a los ERTE, apuntaron que todavía no se han producido avances y no se ha firmado nada, situación similar en lo que tiene que ver con la nueva fábrica, dado que los peritos finalizaron ayer su labor y han realizado los informes de cómo comenzó el incendio, aunque tienen que derivar los datos a la Guardia Civil.

“Una vez que nos dejen entrar en la fábrica y se pueda ver el estado de la estructura, analizaremos si la fábrica se construye en el mismo punto o en un terreno adyacente”, añaden.

Desde el Gobierno regional estarán junto a la compañía dedicada a la transformación y elaboración de productos cárnicos para que pueda recuperar “en el menor tiempo posible” la actividad y el empleo.

El fuego arrasó con todo el material que tenían almacenado para su producción y venta, desde producto cárnico hasta maquinarias y embalaje, aunque la empresa ha conseguido salvar un par de ordenadores, teléfonos y el servidor informático que se encontraba en la recepción y que es la única parte de la factoría que no se vio dañada del todo.

Y gracias a que tenían toda su facturación y contabilidad subidos a la “nube” han logrado mantener los contactos de todos sus clientes y proveedores, lo que les permite ponerse en marcha desde ya, a pesar de las grandes dificultades.