Sociedad
Castilla y León ya vive con entusiasmo una especial Semana Santa
La procesión de La Borriquilla del Domingo de Ramos da inicio a la Pasión en la Comunidad, sin mascarillas y con miles de personas en la calle
Las ciudades y pueblos de Castilla y León ya celebran con fervor, devoción y un gran entusiasmo la Semana Santa, con los alojamientos repletos de turistas que quieren disfrutar de una Pasión especial en las calles sin mascarillas obligatorias de por medio.
Aunque en muchos lugares ya el Viernes de Dolores y el Sábado de Pasión se celebraron distintas procesiones, no fue hasta hoy en la celebración del Domingo de Ramos con la procesión de Las Palmas o de La Borriquilla -donde se rememora la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén como Rey y como Mesías que se relata en los textos bíblicos-, cuando ya se puede decir que se da por iniciada la Semana Santa.
Una jornada en la que acompañó un tiempo agradable y típico primaveral con el sol brillando en todo lo alto y temperaturas suaves, que ayudó a disfrutar aún más si cabe de este día tan especial para los cristianos.
Las secciones infantiles de las cofradías y hermandades fueron también los grandes protagonistas de este sexto Domingo de Cuaresma en la Comunidad, que puede presumir de contar con hasta ocho celebraciones de Semana Santa declaradas de Interés Turístico Internacional. En León, la procesión, organizada por la Junta Mayor de la Semana Santa de León, partía de la Basílica de San Isidoro y tenía su momento cumbre en la plaza de Botines donde, como es tradición, el obispo Luis Ángel de las Heras bendecía las palmas.
En Salamanca, la Agrupación Virgen de la Vega y la Banda de Cornetas y Tambores de Ciudad Rodrigo cesaron la música a su paso por la calle Libreros para ayudar a que los niños con trastorno del espectro autista (TEA) o hipersensibilidad auditiva, que ayer celebraban su Día Mundial, también pudieran disfrutar la procesión. Y en Segovia, la novedad fue la elaboración, en la Plaza Mayor, de una alfombra floral y vegetal de ocho metros de diámetro y más de dos mil claveles, además de brezo, viruta o cáscaras de pino,, a cargo de la Asociación Corpus Christi de Ponteareas (Pontevedra), con la reproducción de la vidriera central de la antigua sinagoga que hoy es la Iglesia del Corpus Christi.
Valladolid acogía el Domingo de Ramos más multitudinario de la Comunidad, con una grandiosa la procesión de las palmas que hacía su salida desde la iglesia de la Vera Cruz, con el paso de «La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén» presidiendo y protagonizando el desfile. Una procesión que pasaba también por la Catedral de Valladolid para, tras un recorrido por las céntricas calles de la capital, finalizar con la plática y la bendición a los asistentes a cargo del arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, y la entonación del Hosanna al Hijo de David.
Burgos, por su parte, acogió el Domingo de Ramos su tradicional procesión de Jesús en la Borriquilla, quecomenzaba desde la iglesia de San Lorenzo y recorrió las calles San Lorenzo, Arco del Pilar, Laín Calvo, La Paloma y la Plaza del Rey San Fernando, la calle Cadena y Eleta y la Plaza Santa María, donde se dirigió a la Catedral de Burgos para realizar la santa misa.
Posteriormente, a las 12 horas, comenzó la procesión de vuelta, en la que participaron los miembros de todas las Hermandades y Cofradías de la ciudad, que acompañaron al paso de La Borriquilla en su regreso a la iglesia de San Lorenzo.
Participaron en esta procesión representaciones eclesiásticas y civiles, así como miembros de las cofradías y hermandades penitenciales de la ciudad, acompañados de sus bandas de cornetas y tambores o agrupaciones musicales como las bandas ‘Círculo Musical Burgos’ y ‘Ciudad de Burgos’.
Pregón en Zamora
Y en Zamora, además, coincidía con el pregón a cargo del traumatólogo y cirujano taurino Enrique Crespo Rubio, quien brindaba su discurso a los integrantes de las bandas de música que desfilan en las procesiones y a los cargadores. "Va por ustedes", decía, para acto seguido iniciar "la faena" destacando que durante estos días las calles de Zamora se transforman en "un gran templo" y en ellas "el bullicio y el recogimiento se va a confundir".
También hacía una exaltación de la cruz y recordaba que, "hasta los toreros, algunos de ellos parcamente religiosos", recurren a ella antes de aventurar su vida sobre la arena de los ruedos. También tenía un emotivo recuerdo para las cuatro víctimas mortales del incendio del pasado verano de la Sierra de la Culebra de Zamora.
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