Sociedad

Celos, negocios, un conflicto laboral... ¿Cuál fue la verdadera causa del sabotaje de la bodega Cepa 21?

El bodeguero José Moro descarta que alguien de su familia pueda estar detrás de este caso que ha conmocionado al mundo del vino, porque sería ir en contra de la marca

José Moro posa con los vinos que elabora en Cepa 21
José Moro posa con los vinos que elabora en Cepa 21Cepa 21La Razón

No están siendo días fáciles para José Moro, propietario de la bodega ribereña Cepa 21, que sufría el pasado lunes de madrugada un "sacrilegio", como así lo ha definido el propio bodeguero, después de que una persona encapuchada -se sospecha de una mujer y muy vinculada a la empresa por la fluidez y soltura de movimientos- decidiera abrir los grifos de varios depósitos de vino de alta gama de la empresa.

En total, 60.000 litros de caldo de uva de las grandes marcas de la bodega, Horcajo y Malabrigo, cuyas ventas han crecido un 15 por ciento el último año, que se fueron por el desagüe, provocando unas pérdidas a José Moro de casi 2,5 millones de euros, que podrían dejarle en quiebra.

De la primera, cuya botella de crianza cuesta 70 euros, se han derramado unos 20.000 litros, y de la segunda, el asaltante ha tirado por la borda 40.000 litros, un tercio de la cosecha de un caldo al alza en los mercados.

De hecho, el propio bodeguero ha reconocido que lo que ha pasado le supone un fuerte varapalo financiero del que no sabe si podrá recuperarse algún día, aunque lo que más le duele es que este derrame de vino es un ataque a los trabajadores de la empresa que ponen todo su empeño cada día por elaborar el mejor vino, así como a los viticultores en general, y a los de la Ribera de Duero, en particular.

La Policía Judicial de la Guardia Civil se encarga de este caso que ha traspasado fronteras y del que se habla en todo el mundo, sobre todo en el del vino, pero también en la calle y en los bares, que no salen de su asombro por lo ocurrido.

Un suceso en el que los investigadores trabajan para descubrir la identidad del asaltante y los motivos que le han llevado a cometer este acto, y tienen abiertas todas las hipótesis, aunque la que más cuadra en estos momentos es la de una persona muy vinculada a la bodega.

Las imágenes del asalto no dejan lugar a la duda de que conocía bien por dónde se movía, la ubicación de las cámaras de seguridad, e incluso la ropa que llevaba puesta no dejaba ver lo que llevaba puesto en su interior ni ninguna parte del cuerpo estaba descubierta, por si alguna marca o tatuaje pudiera verse y provocar su rápida identificación por parte de gente de la bodega o de loa Guardia Civil.

Lo que sí que se descarta, al menos por el propio José Moro, es que detrás de este caso se encuentre alguien de la familia por celos empresariales, como se ha llegado a especular, después de que hace casi dos años, en abril de 2022, el bodeguero diera un cambio de rumbo a su vida al abandonar, tras 30 años de trabajo y de vida, la presidencia de la bodega familiar Emilio Moro en la localidad vallisoletana de Pesquera de Duero, para dejarla en manos de su hermano Javier, al no estar de acuerdo con él en algunas decisiones estratégicas de la empresa.

En ese momento, José Moro decidió emprender una nueva aventura en Castrillo de Duero con Cepa 21 ya de forma exclusiva, con el reto de internacionalizar aún más la marca y darle otro impulso. Una bodega que aúna la elaboración de vinos, enoturismo y gastronomía, que ya ha cumplido 21 años., y que recientemente han sido patrocinadores en la ceremonia de los Premios Goya del cine.

"No sospecho de nadie de la familia; sería ir en contra de la propia marca", ha dicho el bodeguero estos días, que para más inri dormía esa noche en la bodega muy cerca de la zona de los depósitos.

Moro asegura que todo este asunto está en manos de la Guardia Civil, que siguen trabajando en las posibles huellas que el asaltante haya podido dejar al escapar iy en la situación de la empresa y los trabajadores, por si pudieran encontrar algún vínculo sospechoso que haga saltar la alarma, y que por ello tampoco quiere asegurar quien puede estar detrás de todo de forma tajante, aunque sí que insiste en que el encapuchado o encapuchada conocía bien lo que hacía, porque sabía cómo abrir los depósitos a oscuras y dónde se encontraba en cada momento.

Pero lo que sí que tiene claro José Moro también es que el causante de todo esto es una persona que ha actuado así para hacer el mayor daño posible, quizás por envidia o por cualquier asunto laboral o personal que se le escapa en estos momentos.