Turismo
Las desconocidas cuevas prehistóricas en una montaña con unas vistas únicas sobre el Duero
Se trata del paraje de Las Pinzas, en la provincia de Valladolid
Son muchos los vallisoletanos que no conocen este lugar. Un sitio milenario, con mucha historia y que sorprende al visitante. Ubicada entre las localidades de Curiel y Pesquera del Duero se halla Las Pinzas, una formación geológica única, formada por la erosión del agua y el viento. Y todo ello con unas espléndidas a inigualables perspectivas de la Ribera del Duero.
Un paisaje tallado por las aguas del Duero durante dos millones de años, que ha tajado este páramo esculpiendo taludes verticales. Después, las inclemencias metereológicas y la mano del hombre han ido perfilando este lugar hasta convertirlas en unas impresionantes cuevas desde las que se puede ver el ancho valle que hay a sus pies.
Unas cuevas que fueron ocupadas por los primers pobladores en tiempos de la Prehistorias, posteriormente por ermitaños y eremitas y finalmente los pastores de estos lares, para refugiarse de los fríos del invierno o de los calores de verano.
Unas cuevas y oquedades, que como tanto otros, cuen tan con muchas historias pero también con leyendas que se han ido fraguando a lo largo de los siglos y que aún hoy perviven. Para llegar hasta este lugar existe un sendero que parte desde la ermita de la Virgen de la Zarzuela, en Valdearcos de la Vega. Ocho kilómetros de recorrido que se puede hacer cómodamente andando o en bicicleta.
A nuestro paso, vamos dejando atrás varios puntos de interés como la fuente de San Bartolomé, el Palacio de los Zúñiga o la Iglesia de San Martín, en Curiel de Duero. Ya arriba las vistas son impresionantes. Un lugar mágico y sorprendente, y aún hoy desconocido. ¿A qué esperas para descubrirlo?
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