Sociedad

¿Dónde se encuentran las mejores piscinas naturales de Castilla y León para disfrutar del caluroso verano?

Se sitúan en lugares de ensueño y permiten darse un baño en aguas cristalinas

Piscinas naturales de la localidad abulense de Arenas de San Pedro
Piscinas naturales de la localidad abulense de Arenas de San PedroDiputación ÁvilaDiputación Ávila

"Vaya vaya aquí no hay playa". Eso decían el grupo musical "The Refrescos" allá por el año 1989 para "reirse" de los españoles que vivían en zonas donde no hay playa. Pero, a pesar de estar en lo cierto, ellos no eran conscientes que estos territorios si que cuentan con espectáculares piscinas naturales, ubicadas en lugares de ensueño, que les permite bañarse en aguas cristalinas, para hacer frente en un lugar idóneo a este caluroso verano.

Y es que el calor ya comienza a apretar y los españoles buscamos alternativas para sofocarlo de la mejor manera posible. Y una de estas propuestas son las maravillosas piscinas naturales que existen en Castilla y León, y que forman un recurso único de no pocas zonas rurales. En ellas no ha intervenido la mano del hombre sino para acondicionar unas escaleras, pasarelas o un trampolín. Son las zonas de baño «de siempre», hoy en auge, para los viajeros que buscan autenticidad.

Arenas de San Pedro (Ávila): Se sitúan en la carretera del Hornillo en pleno cauce del río Arenal. Están gestionadas por el Ayuntamiento de Arenas de San Pedro. Su acceso está correctamente indicado disponiendo de dos entradas con parking con capacidad para 40-50 coches, uno de los accesos es por la calle Odispio Ceavientos si se viene desde el interior de la localidad de Arenas de San Pedro o se puede acceder por la carretera Av-p-711 donde un muro de granito separa la carretera de las piscinas.

Las aguas del río Arenal son retenidas por una pequeña presa regulada por una placa de madera, se forman dos divididas por un pequeño puente de cemento, una consigue ganar una profundidad considerable, unos dos metros y la otra es apta para los más pequeños, pues apenas se llega a medio metro de profundidad. La piscina principal dispone de duchas, escalerillas e incluso un trampolín, es en esta zona donde la piscina gana su mayor profundidad.

Alrededor de las piscinas hay una pradera de césped en la cual no está permitido comer, entrar con perros y jugar.

Un poco más arriba se encuentra el Charco de la Chiva, localizado en la carretera CL-501, dirección Poyales del Hoyo, a unos 3 kilómetros de Arenas de San Pedro. Cuenta con aparcamiento y restaurante, que junto con las barbacoas bajo la umbría de los pinos, lo convierten en un lugar escogido por muchos veraneantes. Los más jóvenes aun se desplazan más lejos, pues suben por esta garganta hasta el Charco Verde, donde el agua y la belleza del lugar bien merecen el paseo.

A escasos 3 kilómetros de Poyales del Hoyo (CL-501) se encuentra el puente sobre el río Arbillas. Río abajo encontramos el Charco de la Tinaja, que, dependiendo del caudal del río, forma cascadas de gran belleza.

Consejos para los usuarios de zonas de baño

- Asegúrese de que en el lugar elegido está permitida la práctica del baño.

- Preste especial atención a los remolinos, muy frecuentes en ríos y embalses.

- No se deje llevar por la corriente subido en flotadores.

- Es recomendable utilizar sandalias de plástico para sumergirse.

- Si va acompañado de niños, no los pierda nunca de vista aunque sepan nadar o aunque estén equipados con flotadores.

- Mantenga la zona de playa de la zona de baño limpia, use las papeleras y contenedores de residuos.

- Cuando entre en el agua hágalo poco a poco, sobre todo después de haber tomado el sol.

- Beba suficiente líquido y no abuse de las bebidas alcohólicas.

- Compruebe que el agua que bebe es un agua apta para el consumo humano.

- Conserve los alimentos refrigerados para evitar intoxicaciones e infecciones alimentarias.

- Resguárdese del sol y use siempre protectores solares. Tome estas precauciones especialmente con los niños.

- Ante cualquier emergencia llame al Servicio de Emergencias 1-1-2.

Candeleda (Ávila): La altura máxima de las piscinas alcanza el metro y medio, y están en excelente estado. Por esto, son realmente buenas para familias con niños, y para quienes disfrutan nadar. Tienen un amplio aparcamiento de pago de zona azul (0,50 euros/hora).

Muy cerca se encuentran otras piscinas naturales, charcas y pozas por la garganta de Santa María, un poco menos concurridas pero de gran valor para quienes buscan más de privacidad y espacio. Todo este escenario es una invitación al descanso y a la cercanía con la naturaleza, que es su ingrediente principal.

Para llegar se puede ir en coche o caminando desde este el pueblo, ya que está realmente cerca. Desde el centro de Candeleda debes buscar el paseo de la garganta de Santa María hacia el norte. Luego hay que tomar la derecha por la Calle Dr. Severo Ochoa, y desvías a la izquierda por la calle Dr. Marañón.

Luego hay que seguir recto por el camino de la luz y, tras tres minutos de viaje, habrás llegado. Es muy fácil encontrarlas, pues están bien señalizadas y demarcadas para el turismo.

Si se viene desde Madrid, el trayecto durará dos horas aproximadamente y habrá que tomar la R5 y luego la A5. Sin embargo, la recomendación es quedarse en alguna casa rural de Candeleda el fin de semana.

Para comer, una opción es llevar comida y hacer un bonito picnic, o también, se puede ir al restaurante-bar que hay en la zona. En él existe una panorámica perfecta de las piscinas naturales de Candeleda. Alrededor, también se encuentra un gran número de restaurantes con una oferta gastronómica fantástica.

En la Sierra de Gredos se puede disfrutar de los platos típicos de la zona por un precio bastante económico. Consideramos que el darle una oportunidad a la oferta culinaria de la zona es apostar por una experiencia completa.

Recomendaciones

Si nunca has ido y no has leído o escuchado opiniones de las piscinas naturales de Candeleda, el mejor consejo que podemos darte es: ¡madrugar! Es un lugar precioso, pero la sombra es escasa y si llegas muy tarde no encontrarás ni un poco. También puedes llevar una sombrilla, en caso de no encontrar espacio sin sol a tu llegada.

Si el objetivo es pasar un momento tranquilo, sin demasiada afluencia, es mejor visitarla entre semana, ya que los fines de semana suele ir mucha gente.

Es un lugar idóneo para bañarse en aguas limpias, perfecto para nadar con pececillos y estar pendiente de los más pequeños, pues aunque las aguas de la piscina no son tan profundas, siempre es importante protegerlos.

Tras disfrutar del agua, la recomendación es dar un paseo por los alrededores, ya que el entorno es precioso y lleno de increíbles espacios para descansar.

Villarcayo (Burgos): El parque de El Soto es el pulmón de Villarcayo, capital de Las Merindades. Este espacio natural a orillas del río Nela se encuentra esta piscina natural represada en temporada veraniega, con área de descanso y dos bares, uno a cada lado del río. Cuenta con una gran zona verde, una chopera y una gran playa de arena dorada. La piscina es ideal para nadar por su largura y su profundidad, pero también para practicar diversos deportes acuáticos. Sin duda se trata de un lugar ideal para disfrutar de la vida en una apacible jornada veraniega y aprovechar el resto del día para conocer los numerosos lugares de ocio, turísticos y naturales de la zona.

Igüeña (León): En el término municipal de Igüeña el visitante se puede encontrar con una de las piscinas fluviales más nuevas de la provincia de León. Aquí, se puede disfrutar de las cristalinas aguas del río Boeza, consideradas de alta calidad para el baño.

Otro de los grandes atractivos de esta piscina es su entorno, pensado para que puedas disfrutar de una jornada de ocio al aire libre. Aquí te encontrarás con un bar-restaurante, una zona verde e, incluso, un parque infantil para que los niños se diviertan también fuera del agua.

Covalagua (Palencia): En el extremo nororiental de la provincia de Palencia, lindando con Cantabria y Burgos, se erige el Espacio Natural de Covalagua y Cueva de Los Franceses. Allí nace el río Ibia, que discurre por unas atractivas cascadas hasta llegar a una balsa regulada que hace las veces de piscina natural, con agua cristalina de color verdoso.

Además de poder darse un baño fresquito la zona ofrece otros atractivos turísticos como la “Cueva de los Franceses”, que son las únicas cuevas visitables de la provincia de Palencia. Cuenta esta cueva con un recorrido interior en el que se pueden ver maravillosas formaciones cársticas como: mantos, coladas, estalagmitas, estalactitas que, junto con la reciente instalación de un moderno sistema de iluminación ambiental, permite la contemplación de las fantásticas formaciones geológicas de la Cueva y proporciona la iluminación en los pasillos para que puedan ser transitables. Su nombre procede de la época de la Guerra de la Independencia por haber sido el último reposo de los combatientes que cayeron en un enfrentamiento ocurrido en el páramo de la Lora.

Además, el acceso a la cueva se hace a través de un moderno edificio llamado “La Roca” que alberga una exposición sobre la cueva y el entorno de la montaña palentina y, sirve de puerta de entrada hacia un paseo misterioso por el interior de la montaña. La distancia desde la localidad de Aguilar de Campoo hasta la Cueva de los Franceses es de aproximadamente 16 kilómetros se accede desde Aguilar de Campoo por la nacional N-627 en dirección Burgos, hasta llegar a Pomar de Valdivia, desde aquí, a Revilla de Pomar y después se accede a la carretera de la cueva en dirección al Valle de Valderredible. Cercano a esta cueva se encuentra el Mirador de Valcabado, donde finaliza en un corte brusco el páramo de la Lora, lo que permite que desde este barranco se pueda ver el Valle de Valderredible donde se encuentran Cezura, Báscones de Ebro y Lastrilla.

Su acceso original se realizaba a través de un pozo o sima de 6 m de profundidad que se abre en medio de un impresionante páramo calizo, y que actualmente se encuentra clausurado mediante una reja. Con el fin de facilitar el acceso a esta cueva para su desarrollo turístico, se perforó un túnel perpendicular al recorrido de la misma.

La Cueva fue dada a conocer en 1904 por don Luciano Huidobro, sacerdote, catedrático y erudito local, temporal residente en el pueblo próximo de Puentetoma. Ante el demostrado interés y las numerosas visitas que recibía la cavidad, pese a lo dificultoso de su acceso, en 1972 se comenzaron las obras de acondicionamiento para su visita turística, las cuales finalizarían en 1974. Posteriormente, en 1981 se llevaron a cabo nuevas labores de reacondicionamiento y rehabilitación de la cueva, ya que la misma había sufrido grandes deterioros como consecuencia de las voladuras incontroladas realizadas en la misma, y al cambio climático que padeció dicho hipogeo al construirse el túnel artificial de acceso. Los métodos y técnicas practicadas para su recuperación, consiguieron devolver el nivel higrométrico y la escasa “vida” a esta cueva, en la cual ya se manifestaban bajos niveles de saturación carbónica y amplias zonas de desecación.

El acceso a través del túnel se ve franqueado en la actualidad, por tres puertas esclusa que aíslan el microclima que constituye la cueva del exterior. El recorrido de la cueva, va en dirección Este-Oeste y su desarrollo es horizontal, con una profundidad máxima de 21 metros, teniendo presente tan solo tres simas de escasa profundidad. El progreso total de la cueva es de unos 1.000 metros, aunque el recorrido turístico es de 482 m al impedirse el acceso a dos grandes salas que se encuentran al final de la cavidad, formadas por el desprendimiento de grandes bloques que actualmente conforman un lecho caótico.

La cueva, dotada de guías e iluminación artificial. Reúne todos los aspectos llamativos de una cavidad espeleotemática: impresionantes mantos calcáreos, formaciones estalagmíticas y estalagtiticas, coladas, columnas, gours y pozos, conformando un plástico y variado catálogo. En él, la naturaleza ha demostrado su incansable imaginación. Componiendo bellas manifestaciones plásticas debidas a la saturación y depósito de carbonato cálcico; que lentamente depositan las aguas que se sumen por lapiaces, dolinas, torcas y uvalas; que a escasos metros de la zona techal de la cavidad, pueblan toda la superficie del páramo.

Según cuenta la tradición, esta cueva recibió este nombre, al constituirse forzadamente en el último reposo de los restos de los combatientes franceses, que cayeron durante los enfrentamientos que tuvieron lugar en este páramo durante la guerra de la Independencia, entre tropas regulares napoleónicas y un destacamento de húsares cántabros al mando del liberal Perlier.

También está cerca el Mirador de Valcabado, situado en el borde de La Lora de Valdivia (Ayto. de Pomar de Valdivia, Palencia), desde aquí se tienen las vistas más impresionantes de todo el valle de Valderredible y las cumbres de la Cordillera Cantábrica. Se accede en coche desde Revilla de Pomar o andando desde la localidad valluca de Revelillas.

Valero (Salamanca): Se trata de la más popular de la provincia de Salamanca al estar ubicada en el fantástico entorno de la Sierra de Las Quilamas y contar con un amplio espacio para refrescarse en aguas frescas y cristalinas.

Al contrario de lo que ocurre en su vecina Cáceres, la provincia de Salamanca no es demasiado prolífica en cuanto piscinas naturales se refiere. La mayoría son pequeñas y no excesivamente conocidas aunque existe una excepción, la piscina natural de Valero. “El charco del pozo”, como realmente se llama, es un espléndido lugar de baño en el corazón de la Sierra de Las Quilamas, uno de los parajes más hermosos de la provincia de Salamanca. Un oasis para aliviar el intenso calor del verano salmantino entre aguas cristalinas y abundante vegetación.

Su construcción data del año 1985, por lo que durante más de tres décadas lleva refrescando cada verano a los valeranos y a todos aquellos que se han acercado hasta allí en más de una ocasión. El Ayuntamiento de la localidad decidió aprovechar la presa de la antigua fábrica de la luz que databa de 1920. Una feliz idea que permitió hacer realidad el sueño de contar con una piscina natural que hoy en día es la mejor y más amplia que se puede encontrar en la provincia de Salamanca.

La piscina natural de Valero se surte del río Quilamas, que nace en la Sierra del mismo nombre y cuyas aguas llegan totalmente vírgenes a la localidad, puesto que es la primera que atraviesa. Posteriormente desemboca en el Alagón, río en el que curiosamente también vierte sus aguas el Ladrillar, que a su paso por la comarca cacereña de Las Hurdes da lugar a la piscina natural de Ríomalo de Abajo y a la de Las Mestas, conocida como “El charco de la olla”. Con el objetivo de dotar de más servicios a este enclave, el Ayuntamiento de Valero ha construido unos vestuarios y baños para lograr que sea lo más parecido posible a una piscina municipal.

Navafría (Segovia): Se encuentran en el área recreativa de El Chorro de Navafría, está situada a 3 kilómetros del pueblo de Navafría. Las piscinas están construidas artificialmente y estas se llenas con las aguas frías del río Cega.

Navafría es un bosque con una de las mayores extensiones de pino silvestre de Europa. Destacan por su altura y frondosidad, por lo que la zona es muy fresquita. Además existen numerosos arroyos y la zona baja está cubierta de helechos, por lo que es ideal con el calor.

El sendero hasta la cascada es de apenas un kilómetro y, aunque es ascenso, es fácil. Además existen bancos durante el camino para descansar, si es necesario, y recrearse la vista.

El final es la llegada al chorro, cascada con 20 metros de altura, que acaba en una pequeña poza, donde, sin embargo, el baño está prohibido. Sobre ella existen dos puentes y en un lateral, unas escaleras para subir hasta el nacimiento. Ascender lentamente y con cuidado con los niños. Las vistas del valle merecen la pena.

Además, existe un área de columpios de madera muy atractiva para los niños. Totalmente, integrada en el entorno, hay un laberinto que hará las delicias de mayores y pequeños. También los clásicos columpios, toboganes, trenecitos.

El Royo (Soria): A pocos kilómetros de Soria, en la localidad de El Royo, se encuentra un precioso manantial de agua que mana del río Razón, a los pies de la Sierra Cebollera. La piscina natural que forma es de aguas cristalinas y está protegida entre robles y especies vegetales de la Ribera. Sin duda, un paraje lleno de encanto y tranquilidad.

Encinas de Esgueva (Valladolid): Ubicado a unos cuatro kilómetros de la localidad con el mismo nombre, este espacio es uno de los preferidos para los que quieren disfrutar de sus mascotas en el tiempo libre. De hecho, se permite el acceso y el baño con perros. Sin embargo, también es una zona muy tranquila para acudir con niños o en grupos de amigos. Perfecto para un picnic si el tiempo no acompaña tanto, o para un paseo sin prisas. Para los que quieren una aventura más completa, hay también un camping a su disposición.

Lago de Sanabria (Zamora):El Lago de Sanabria cuenta con nada menos que cuatro grandes playas fluviales, en las que la vegetación y el agua son las grandes protagonistas. Son las de Arenales de Vigo-Los Enanos, El Folgoso, Custa Llago y Viquiella.

En los meses de verano, la temperatura es muy agradable a lo largo de todo el lago. Además, sus aguas son muy limpias, por lo que es el lugar perfecto para bañarse y huir del calor. Sus grandes dimensiones también convierten este espacio en escenario de actividades deportivas acuáticas, como el buceo o el piragüismo.

La Playa Grande o Viquiella, es la playa más concurrida en los meses de calor, por su accesibilidad y por sus numerosos servicios, como un parque infantil, chiringuitos y vestuarios.

La playa natural de Custa Llago, es la playa más pequeña , pero cuenta también con arena y zona arbolada. Igualmente, aquí podrás disfrutar de todos los servicios básicos para disfrutar de una estancia agradable.

Los Arenales de Vigo – Los Enanos, es la playa ubicada en la zona más ancha del lago, por lo que es más abierta. Cuenta con zona verde y suelo de arena y piedras. Dos chiringuitos te permitirán relajarte y tomar algo.

El Folgoso es una playa con arena y rodeada de árboles. Cuenta con un sendero que une esta zona con las otras playas, por lo que podrás hacer un agradable paseo a la sombra.