
Cultura
El espectacular pueblo que seduce a National Geographic por su patrimonio y su amor a los libros
Cuenta con un impresionante castillo y una muralla en perfecto estadto

La prestigiosa revista de viajes National Geographic ofrece a sus lectores numerosos rincones de todo el mundo para que lleven a cabo sus vacaciones. En esta ocasión se ha quedado prendada de un pequeño pueblo español por su amor a los libros y su rico patrimonio. La publicación destaca que "cómo un pueblo de apenas doscientos habitantes está en la crème de la crème del turismo rural español. Además se ganó el título de Villa del Libro en 2017, siguiendo la inspiración de Hay-on-Wye de Gales o la francesa Montolieu”.
Se trata de una espectacular villa medieval que se encuentra en plena Tierra de Campos de la provincia de Valladolid. El municipio es Urueña y resalta por ser un pueblo que cuenta con más librerías que bares. Un pueblo que recibe cada año miles de turistas, ávidos de conocer y empaparse de su historia pero también y sobre todo por la cultura que allí se respira. No en vano, Urueña está considerado como el pueblo más culto de España y desde hace 16 años es considerada como la primera Villa del Libro de España.
Y es que lo que un día fue una villa medieval ahora se ha convertido en un municipio en el que hay hasta una decena de librerías especializadas en temáticas, desde viajes, periodismo, cine, infantil, naturaleza hasta mundo rural o etnografía... Destacan las librerías Páramo y El Rincón, en las que se pueden encontrar libros antiguos y descatalogados. También Libros K, gestionada por Carlos Ramírez y Mónica Martínez, especializada en el noveno arte, vinilos, playmobil y coleccionismo en general.
Además, cuenta con cinco museos: el Museo del Cuento, el Museo de la Música, el primer Museo del Gramófono de España, el Museo de Campanas, el Museo Etnográfico, así como el centro e-LEA Miguel Delibes. Este último, un espacio de 1300 metros cuadrados dedicado a la lectura, la escritura y sus aplicaciones. Durante el año se realizan exposiciones, talleres, presentaciones de libros, conferencias, debates y simposios literarios. Complementa la oferta cultural el museo del cuento colección Rosana Largo.
Pero no solo de libros vive el hombre. Urueña también resalta por su impresionante patrimonio monumental, entre los que resaltan:
Castillo
Situado en el extremo suroriental de la población, presenta una forma rectangular adornada con cubos semicirculares a lo largo de todo su perímetro, a excepción del ubicado al sur, la llamada Torre del Homenaje, que tiene forma cuadrada. En el punto de unión del castillo con la muralla se encuentra un cubo de grandes dimensiones conocido con el nombre de Peinador de la Reina o Torreón de Doña Urraca, el cual constituye el punto más alto del conjunto monumental castillo-murallas.
Hoy día sólo conserva los muros exteriores, habiendo desaparecido por completo las distintas estancias que pudo tener en el pasado. Fue mandado construir hacia el año 1060 por el monarca castellano Fernando I el Magno sobre los restos de una antigua fortificación romana.
Aquí residieron personajes muy influyentes de la historia castellana, como lo fue la reina Doña Urraca (siglo XII), cuya presencia dio nombre al torreón antes mencionado o María de Padilla, que fue recluida en el castillo a mediados del siglo XIV por su amante Pedro I el Cruel, el cual la visitaba estando desposado con Blanca de Borbón.
Por otra parte, esta fortaleza estuvo también destinada a prisión. Entre sus muros sufrió condena, entre otros, el conde Pedro Vélez, que murió de una forma peculiar al ser encontrado en amoríos con una prima del rey Sancho III el Deseado (1157-1158). También fueron hechos prisioneros aquí el conde de Luna, el conde de Urgel, y la infanta Beatriz de Portugal. A mediados del siglo XV entró en posesión de los Condes de Urueña , siendo residencia del corregidor a través del cual estaban representados en la población.
Muralla
Hoy en día, Urueña conserva el 80 por ciento del recinto amurallado que originalmente cercaba la población en su totalidad. La muralla encierra, en sí, una superficie de casi siete hectáreas, de forma irregular, articulando la población en torno a la calle que une las dos únicas puertas existentes en la misma: la del Azogue y la de la Villa.
La muralla se asienta sobre los restos de una antigua cerca romana cuyos vestigios nos hacen pensar que abarcaba una extensión mucho mayor que la existente en la actualidad. En relación con ello, no lejos de Urueña encontramos un pago conocido como “Los Castellares”, referido, con toda probabilidad, a la existencia en ese lugar de una fortificación muy antigua.
La actual construcción, que comenzó a levantarse aproximadamente cien años después del castillo, fue promovida por la infanta doña Sancha, hermana de Alfonso VII el Emperador y señora de la villa. Las obras se pueden datar entre mediados del siglo XII y comienzos del XIII, en un momento en que Urueña hacía de puente fronterizo entre los reinos de León y Castilla, razón por la cual se estimó muy conveniente dotarla de un adecuado sistema defensivo.
En la actualidad se puede disfrutar de un agradable paseo por el adarve de la muralla en dos recorridos diferenciados: el primero situado en el lienzo sur (entre el castillo y la Puerta de la Villa, desde el cual se divisa el valle de la Ermita y las ruinas del antiguo monasterio benedictino del Bueso), y el otro a lo largo del lienzo oeste (entre la Puerta de la Villa y el mirador del Cubo Nuevo, desde el cual se puede divisar la inmensidad de Tierra de Campos y, en días claros, tanto la Sierra de la Culebra como los Montes de León).
Puerta de la Villa
La Puerta de la Villa, al sur, es un arco apuntado que antiguamente portaba las armas de los Girón, condes de Urueña y señores de la villa. Aún conserva la ranura central para introducir la reja y huecos para los goznes de las puertas. Al abrirse abruptamente hacia el páramo, carece del sistema defensivo que encontramos en la del Azogue.
Puerta del Azogue
La Puerta del Azogue, situada al norte, constituye la entrada principal de la villa. Se trata de un arco de medio punto flanqueado por dos cubos que crean un estrecho pasillo defensivo, preparado para proteger la villa de posibles incursiones exteriores, según señala el Ayuntamiento en su página web en un texto elaborado por Carlos Mier.
Ermita de La Anunciada
La ermita de Nuestra Señora de la Anunciada se encuentra situada en un pequeño valle a escasos kilómetros de la villa, desde donde se puede ver la magnifica muralla que rodea el pueblo y de la cual se conserva gran parte de su trazado. La primera documentación que hay data de 945 y habla de la existencia de una comunidad mozárabe, el Monasterio de San Pedro y San Pablo de Cubillas.
En el siglo XII la infanta Sancha Raimúndez manda construir la actual ermita en lugar donde se encontraba la primitiva iglesia del monasterio, y elige para el nuevo templo un estilo arquitectónico que corresponde al primer románico con ornamentación lombarda, denominado así por proceder en origen de la Lombardía italiana, que se extendió con éxito por el Pirineo catalán y oscense donde podemos encontrar en la actualidad los mejores ejemplos de este arte.
La Ermita de Nuestra Señora de la Anunciada es el único ejemplar completo que se conserva en la Comunidad Autónoma de Castilla y León de factura románico-lombarda. Persisten en otras provincias de la comunidad como Soria, Burgos o Palencia ábisdes con ornamentación a base de arquillos ciegos y lesenas, como los de la iglesia de Peranzancas de Ojeda en Palencia, pero ningún ejemplar conservado en su integridad.
Está construida en sillarejo de piedra caliza del páramo, apenas desbastado a maza, la piedra es muy porosa y de color claro que contribuye a su luminosidad. Los muros carecen de contrafuertes por lo que son muy gruesos. La arquitectura exterior se caracteriza por las lesenas (bandas lombardas) y los arquillos ciegos característicos de este románico inicial que crean un efecto de claro-oscuro con la luz y rompen la monotonía de la piedra. Dos sencillas ventanas en ambos muros iluminan la nave central, cada una de las naves laterales tiene una ventana.
Cimborio octogonal sobre el transepto, sostenido por trompas en el interior y terminado en cúpula con pequeñas ventanas. El edifico tiene planta basilical. Tres naves abovedadas de medio cañón, reforzadas con arcos fajones y separado por pilares cruciformes. La nave central es más ancha y alta que las laterales. Se sustenta con pilastras cruciformes. La cabecera tiene tres ábsides semicirculares cuyas capillas terminan en bóvedas de horno.
Iglesia de Santa María del Azogue
Se trata de un edificio de estilo renacentista, con cabecera gótica, construido en el siglo XVI sobre la fábrica de una iglesia medieval anterior. Su advocación actual es el de Nuestra Señora de la Asunción, llamándose tradicionalmente Santa María del Azogue por ser éste el sobrenombre que tenía la primitiva parroquia sobre la que se asienta. Es la parroquia de la localidad vallisoletana.
La construcción renacentista fue promovida por el quinto conde de Urueña y primer duque de Osuna, Pedro Girón, el cual encargó la dirección de las obras al arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón. La muerte del maestro cantero, Alonso de Pando, en 1567, así como también el hecho de que el arquitecto no continuara con el proyecto planteado inicialmente, paralizaron las obras de la que estaba llamada a ser una fábrica de grandes dimensiones.
Posteriormente, en el siglo XVIII, se intervino en la zona de la cabecera, elevando la altura de la capilla mayor, con la apertura de ventanales y la construcción de pináculos decorativos al exterior. Asimismo, se construyó la espadaña en el muro occidental. En su interior se puede encontrar, como obras más sobresalientes, un Cristo atado a la columna cuyo autor es Andrés de Solanes, de la escuela de Gregorio Fernández; un retablo obra de Juan de Medina Argüelles del siglo XVII; un Cristo crucificado del siglo XIV, así como también la pila bautismal de la antigua parroquia de San Andrés.
✕
Accede a tu cuenta para comentar