Hostelería

Los hoteles de Valladolid admiten “incertidumbre” en julio y agosto por el alza de los tipos de interés y las reservas de última hora

El sector reclama al Ayuntamiento la renovación del Pabellón 4 de la Feria para impulsar el turismo de congresos en jornadas de diario que implementen los eventos que ya tienen lugar el fin de semana

El presidente de la Asociación de Hoteles de Valladolid, Francisco Javier de Frutos, informa sobre las previsiones para la temporada de verano y realiza balance del primer semestre
El presidente de la Asociación de Hoteles de Valladolid, Francisco Javier de Frutos, informa sobre las previsiones para la temporada de verano y realiza balance del primer semestreLeticia PérezIcal

La Asociación de Hoteles de Valladolid admitió este viernes 23 de junio que existe cierta “incertidumbre” en el sector para los meses de julio y agosto por el daño que ha supuesto en los bolsillos de los ciudadanos el alza de los tipos de interés y, como consecuencia, de sus hipotecas, así como por las llamadas reservas de última hora, con las que no se puede contar hasta bien entrado el verano.

A este “marco complejo” se refirió hoy el presidente de la organización, Francisco Javier de Frutos, quien el miércoles fue elegido de nuevo presidente en la Asamblea celebrada en la Valladolid, cargo que ya ocupó entre la constitución de la misma, hace una década, y 2018. Además, este órgano decidió nombrar a Raquel González secretaria general de la Asociación.

“Espero que el turismo nacional se mueva. Valladolid no es una plaza cara para una o dos noches. Y podemos fijar la ciudad como punto geográfico para visitar el resto de Castilla y León”, confió. El recién elegido informó sobre las previsiones para la temporada de verano y realizó balance del primer semestre en el que, dijo, que se han recuperado los datos prepandemia, principalmente gracias al turismo de Congresos desde mayo.

De hecho, la ocupación por plazas en el primer trimestre fue del 40 por ciento, frente al 65 del segundo, aunque matizó que es necesario tener en cuenta que estos porcentajes “combinan hoteles pequeños que se llenan antes y otros de eventos, mayor tamaño y mayor valor añadido, pero quizás peor ubicación”.

En este sentido, recordó que este periodo se divide en dos partes, entre enero y marzo, “más invernal, y a partir de Semana Santa. En la primera de ellas tan solo “está el gran evento de Pingüinos, plenamente consolidado y fundamental para el desarrollo turístico de la ciudad”, pero muy solo durante ese trimestre, que tachó de “realmente flojo”. “Con un un solo fin de semana excelente no mantenemos 2.000 empleados en nuestros 40 hoteles y 2.800 habitaciones”, remarcó. Los asociados generan aproximadamente 100 millones de euros de facturación solo en alojamiento y cuentan con alrededor de 200 millones de valoración de activos.

Durante ese tiempo, entre enero y marzo, el sector “intenta acumular las menores pérdidas”, si bien es cierto, prosiguió, que los hoteles con consumidores “intensivos” en suministros como gas y electricidad, y al carecer de “grandes eventos que atraigan turismo” el trimestre es negativo, “algo innato históricamente en la ciudad”. Por ello, consideró necesario trasladar a las administraciones la organización de “eventos estables”, porque algunos hoteles prefieren “permanecer cerrados en ese tiempo o lo hacen de forma parcial”.

Ya en el segundo trimestre, con la “mejora del tiempo”, explicó De Frutos en declaraciones recogidas por Ical, surgen más eventos de naturaleza deportiva, como los que se han desarrolla de rugby, atletismo y este fin de semana, por ejemplo, de voleibol, que “traen volumen y rellenan la capacidad hotelera de la ciudad”. Además, de forma complementaria, “se nota la recuperación del turismo de negocios a partir de mayo”, por lo que el sector mostró su “satisfacción” en el segundo trimestre del año. “Valladolid como destino está en el buen camino”, apuntó.

Demandas a las administraciones

Sin embargo, incidió en que la ciudad se debe convertir en una “plaza de eventos que se consoliden y sean repetitivos”. “Todo el mundo que viene repite. Tenemos que motivar a las administraciones en este sentido, porque la demanda y atractivo actual no es suficiente como destino”, lamentó De Frutos, quien señaló que la Asociación ha trabajado “muy bien” con los equipos de Gobierno de Javier León de la Riva y Óscar Puente y vaticinó que así será con Jesús Julio Carnero, con quien el miércoles ya mantuvieron un primer encuentro, al que le trasladaron la necesidad “a corto plazo” de la renovación del pabellón 4 de la Feria de Valladolid o un nuevo recinto congresual. “Es algo tangible y medible y depende del equipo de Gobierno. Confío, y es imprescindible, apostar por este turismo de congresos. Invertir en ello es fijar tejido económico para 20 años, porque no nos podemos deslocalizar, por lo que es prioritario”, trasladó el presidente de la Asociación de Hoteles.

En este punto, reiteró sus peticiones hacia “consolidar” ese turismo de Congresos que “rellene la semana laboral”, pus Valladolid “tiene una ubicación privilegiada, a 50 minutos de Chamartín y menos de dos horas de Barajas”.

De Frutos pidió separar las hoteles urbanos de Valladolid con los rurales, spa y balnearios de la provincia, que “funcionan muy bien” y para los que actualmente es temporada “alta”. Por todo ello, mostró su “optimismo” para la parte final del año porque hay eventos planificados y deseó en que el alza del coste de las hipotecas “no afecte”. En este punto, admitió que existe “cierto decalaje entre grandes ciudades y Valladolid”, donde algunos resultados se observan más tarde. “Esperamos ver en 2024 los mejores datos que ya se ven en otras ciudades españoles””, vaticinó.

Costes de los hoteles

El presidente de la Asociación admitió que la subida de costes en sus establecimientos, difícil de estimar, ha provocado un aumento del precio del servicio que se puede ubicar entre el seis y el siete por ciento este año, “en paralelo a la inflación”, pero defendió que sus costes se han multiplicado en algunos casos hasta por cuatro, al pasar de pagar en algunos casos de 12.000 euros a 36.000. En todo caso, consideró que “no se ha repercutido” en el precio final el aumento de costes sufrido por los hoteles. “Nadie que haya querido venir a Valladolid lo ha dejado de hacer por el precio”, comentó.

Igualmente, aseguró que ningún hotel “está en riesgo de cerrar por el encarecimiento de costes”, a pesar de que los precios “varían todos los meses”. En este punto, lamentó no conocer “lo que se va a pagar de electricidad porque el precio del coste de kilovatio presenta un escenario absolutamente imprevisible”. Desde el inicio de la pandemia, constan “tres o cuatro” hoteles cerrados.

Movilidad en Valladolid

De Frutos se refirió también a la polémica ordenanza de movilidad de Valladolid, aprobada por el anterior equipo de Gobierno y que Carnero ha comprometido anular. En este sentido, en relación a si el sector prefiere más calles peatonales o más coches en el casco histórico, aseguró “no tener ningún interés político”, pero sí que los clientes “puedan llegar fácilmente a nuestros hoteles”. “Estamos abiertos a lo que haga el equipo de Gobierno, pero a un hotel urbano hay que llegar en coche para no acarrear las maletas”, argumentó.

Por último, sobre la repercusión que tienen en el negocio hotelero los apartamentos turísticos, consideró que “no afectan de forma negativa” y simplemente “hay que adaptarse”. Sí mostró preocupación, sin embargo, por los que “operan de forma ilegal, pero la legislación es bastante laxa”. “El debate que hay que abrir es si es el modelo turístico que queremos en el mundo. Hay capitales con centros históricos deshumanizados, convertidos en parques temáticos, donde casi no viven residentes”, afeó De Frutos, quien admitió que el turismo es una “actividad molesta” para los habitantes habituales, porque la gente “viene de ocio”, pero “no es gratuito porque se pagan impuestos y se retroalimenta la economía del bienestar”.