Cultura

Las huellas del nomadismo en 590 fotos que invitan a conectar con múltiples realidades

El Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León (FIFCYL) se celebra en Palencia hasta el 1 de junio

Una de las fotos que pueden verse en esta edición del Fifcyl
Una de las fotos que pueden verse en esta edición del FifcylFifcylLa Razón

La memoria de quienes partieron desde los puertos gallegos, la dignidad de las mujeres retratadas en su tránsito cotidiano, los pasos polvorientos de quienes cruzan el Tepeyac en busca de fe o el archivo visual de palentinos que regresaron, o no, de Cuba,Venezuela o Argentina, componen el paisaje humano que se traza este mes de mayo en Palencia durante el V Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León.

Bajo el lema Todos somos nómadas, la ciudad late con los pasos y las miradas recogidas por 15 artistas en 590 fotografías y 23 exposiciones que invitan a sumergirse en otras realidades desde 13 espacios de la ciudad.

“Todos nosotros nos hemos visto obligados a salir de nuestros lugares de origen, por unos motivos u otros”, señala a Efe María Millán, coordinadora artística del Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León (FIFCYL) organizado por la Junta de Castilla y León, que arrancó el pasado miércoles y se prolongará hasta el 1 de junio.

Ella misma se confiesa nómada “por hambre intelectual” y defiende esta necesidad de moverse como “algo que hay que celebrar y no denostar”.

Y qué mejor herramienta para hacerlo que la fotografía. Un medio perfecto para hacer visibles estos tránsitos, para comunicar, cuestionar, reflexionar, crear y conectar. “Me gustaría que todo el que visite las exposiciones se ponga delante de las imágenes preguntándose con qué conecta, qué tiene que ver con lo que está viendo”, sostiene.

Por eso, el contenido del FIFCYL se ha pensado tanto desde las fotografías que retratan a nómadas o migrantes como desde la experiencia del propio fotógrafo que, como nómada, recorre otros países en busca culturas para traerlas al presente.

Desde Jesse Fernández a Alinka Echevarría

El ejemplo del gran nómada es Jesse A. Fernández, un fotógrafo cubano de padres asturianos que, como ha explicado Millán, "se paseó por varias ciudades del mundo retratando a nómadas de la cultura, pintores, fotógrafos, escritores, y poetas, de los años 60, 70 y 80 del siglo pasado".

Su exposición El arte de un gran nómada, en el Museo de Palencia, recoge su periplo vital entre Europa y América en un ir y venir por el mundo en el que inmortalizó a figuras clave de la cultura del siglo XX en Colombia, Guatemala, México, Cuba o Nueva York.

Por delante de su cámara pasaron figuras como Luis Buñuel, Dalí, Miró, Tapies, Cesar Manrique o Chillida, hasta Hemingway en la Bodegita del medio, el presidente Batista en la inauguración de un estadio o la bailarina cubana Alicia Alonso.

También destaca Millán la muestra que puede verse en el Archivo provincial, De 1900 a nuestros días, en la que más de un siglo de anécdotas visuales del pasado comparten espacio con otras que hablan del presente. "Son fotografías maravillosas donadas por palentinos que se fueron a Australia, a Suiza o Venezuela y que regresaron o no", explica Millán.

Además, la fotógrafa Inmaculada San José ha completado este archivo con fotografías de personas que viven actualmente en Palencia y que han llegado desde otros países.

En el Centro Cultural Provincial conviven las fotografías del artista gallego Alberto Martí Villardefrancos y del croata Frank Horvat que se asentó en París y a lo largo de seis décadas se adentró en las distintas culturas del mundo mostrando su atracción por la figura de la mujer.

"Se dedicó a retratar a las mujeres en todo su nomadismo de vida, desde la maternidad, la moda, la calle, y a fotografiarlas siempre con mucha dignidad y respeto", precisa Millán.

Por su parte, Martí documenta a los gallegos que partían desde los puertos de A Coruña o Vigo a finales de los años 50 y principios de los 60 rumbo a Venezuela, Cuba, Argentina...para hacer las Américas y que en muchos casos también fueron fotografiados cuando regresaron.

Esta exposición conecta con la de otro fotógrafo gallego, Vicente Fraga, que sigue viajando actualmente por rincones recónditos de Galicia fotografiando la huella de aquellos que se fueron y no regresaron.

"Son unas fotografías bellísmas, muy poéticas, pero a la vez una invitación, ahora que vivimos en el mundo de la tecnología, para volver y repoblar esos lugares del mundo rural", señala Millán.

Su obra puede verse calles y plazas de Palencia en enormes cubos junto a la de otros autores como Alinka Echevarría, Laura Martínez o Alfredo Cáliz, que con diferentes miradas, estilos y objetivos también hablan de nomadismo.

Con Suspensión, Laura Martínex expresa un proceso de nomadismo y cambio a través de las flores. "Nos habla de las flores exóticas de las que nos rodeamos y que, aunque no sean autoctonas, abrazamos. Igualmente tenemos que abrazar a personas que pueden resultarnos diferentes pero también bellísimas".

Alfredo Cáliz, nómada de por si, comparte su experiencia y la de su familia en We in Irland, y la antropóloga y fotógrafa mejicana Alinka Echeverría muestra en Camino al Tepeyac el resultado de un proyecto en el que se dedicó a fotografiar a personas que van en peregrinación hacia la cima del monte Tepeyac y caminan durante días y semanas cargando con la Virgen de Guadalupe en busca de amparo y ayuda o cruzando la frontera entre México y Estados Unidos.

Passengers, primera vez en España

Mención especial merece la exposición Passengers del hispano-iraní César Dezfuli que nunca se ha visto en España y retrata, con el mar de fondo, a personas rescatadas en la ruta migratoria del Mediterráneo.

"El las ha buscado por diferentes puntos de Europa y nos muestra a esa persona recién rescatada y al mismo ciudadano ya integrado en sociedades de Berlín, Roma o Cuenca, en una exposición muy positiva", sostiene Millán.

Comparte espacio en Unicaja con las imágenes de Mandy Barker que reflejan otra consecuencia directa de este nomadismo en la exposición Mares de Plástico que pone en evidencia "lo descuidados que somos cuando nos movemos, porque tiramos mucha basura al mar o al campo".

Nómadas conectados

Dice Millán que todas las fotografías, las 590, están relacionadas entre sí porque son formas de mirar a ese paisaje humano, en las que todos podemos reflejarnos y en las que todos recibimos, compartimos y aportamos: "Son fotografías excepcionales, porque en todas nos conectamos con esos nómadas de una manera o de otra".

Además, invita a apreciar el lujo de poder ver en Palencia cosas que no se han visto en Madrid, dentro de un esfuerzo por descentralizar la cultura que requiere de la implicación de las administraciones, pero también que el público local participe, lo disfrute y lo difunda.